Dicen que “trabajo mata grilla” pero en el caso de Manuel Huerta no le ha valido de casi nada el esfuerzo que está realizando.
Y es que tanto el grupo político de Cuitláhuac García como el de Rocío Nahle, traen jodido con tanta intriga al delegado de los programas federales en Veracruz.
Y vaya que estas confabulaciones han surtido efecto. Primero fue la regañiza que le propinó Andrés Manuel López Obrador en la pasada gira por el sur de la entidad en donde el Presidente de la República le recriminó la lentitud en la confección del padrón del bienestar.
Luego, de manera rara y misteriosa (en política no hay coincidencias) a AMLO le cuestionaron en plena conferencia de prensa ofrecida en la Ciudad de México el alto sueldo que se autoasignó Manuel Huerta.
Pero eso no es todo. Ahora en la gira por la zona norte del estado, en ninguno de los tres eventos (Poza Rica, Tuxpan y Tantoyuca), fue subido Manuel Huerta al templete, sino que observó el desarrollo de las actividades desde abajo, casi en gayola.
Sólo en Tuxpan AMLO le pidió a Huerta atender a los pescadores que han resultado afectados por las fugas de los gasoductos. Esta vez la encomienda no sonó a regaño, pero la petición presidencial la escuchó Ladrón de Guevara desde la parte de abajo, entre el montón.
