Sólo falta que sea beisbolero y no sepa leer las señales
Está claro, que a pesar de perder popularidad entre el electorado, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, cuenta con el apoyo incondicional del presidente López Obrador, por lo tanto, no será removido del cargo al menos en los dos primeros años.
Así las cosas, los cambios en el gabinete presidencial, son una magnífica oportunidad para que el veracruzano haga lo propio y se deshaga de aquellos colaboradores que han fallado en sus encargos.
Ya no hay curva de aprendizaje a la cual culpar, tampoco vale responsabilizar a los que se fueron, el gobierno estatal está obligado a dar resultados inmediatos en todas sus áreas, de lo contrario, corren el riesgo de sufrir una estrepitosa derrota en las elecciones federales y locales de 2021.
De no modificar el rumbo de una vez por todas, los problemas se irán agravando hasta que se salgan totalmente de control y se requiera, entonces, la intervención de agentes externos para buscar remedio.
En este contexto, la promoción del titular de la SEDECOP, Ernesto Pérez Astorga, al Senado, puede ser utilizada para desencadenar una serie de movimientos, con la intención de mejorar las condiciones político-administrativas de la entidad.
Veremos si Cuitláhuac visualiza como dar el jonrón, se la pusieron bobita.
