En la bonita amistad de un lado visitan como Spring Breakers y del otro como gardeners
Es muy probable que el presidente López tenga otros datos, porque eso de la bonita amistad entre mexicanos y estadounidenses, como que no es un asunto de fácil confirmación.
De entrada, no se puede generalizar, habrá sectores en los Estados Unidos que tengan simpatía por nosotros y otros (los que hicieron ganar a Donald Trump), que nos repudian hasta decir basta, los mismos sentimientos se dan de aquí para allá.
Por lo tanto, volvemos a enfatizar lo ya dicho con anterioridad: no se puede conducir la política exterior con lugares comunes, menos cuando enfrentamos a un ‘halcón’ de proporciones épicas. Las relaciones diplomáticas son un asunto de Estado.
Así pues, las respuestas que el gobierno del tabasqueño de a las agresiones del prepotente vecino, deben ser resultado de un trabajo de staff (analizadas, creando escenarios, buscando alianzas…inteligentes pues) y no un memorándum de bote pronto que destila cursilería.
Además, es raro que AMLO, aficionado a dar clases de historia, ignore lo dicho por John Quincy Adams, sexto presidente gringo y autor de la Doctrina Monroe, quien afirmó: “Estados Unidos no tiene amistades permanentes, tiene objetivos e intereses permanentes”.
En fin, para no ser acusados de fifís recurriremos a la filosofía popular: el que pega primero pega dos veces. Lo malo, es que el copetón personaje ya no tiró un bonche de madrazos.
