Aunque el desgaste político de Donald Trump lo mantenga en los reflectores, desde aquella inaceptable expresión sobre el calentamiento global, del que afirmó que solo era una estratagema China para sacar ventaja en perjuicio de la industria norteamericana, no cabe duda que la suerte y las circunstancias del presidente Trump, seguirán por encima de los acuerdos celebrados con otras naciones.
Expertos en política y economía mundial, califican de inoportuna la insistencia de Donald Trump, para incentivar la guerra comercial con el gigante asiático, haciendo caso omiso de la petición de los presidentes de otros países que forman parte del G20, para que el presidente de los Estados Unidos retire su intención de aplicar aranceles a productos chinos, además de pretender la retractación de Trump, dado que esas medidas contra el comercio de china, también las usaría contra Francia, para el caso de que Emmanuel Macron, persista en la aplicación de impuestos a los productos digitales norteamericanos.
La cumbre anual de este año, celebrada en Osaka Japón, tuvo como temas el empoderamiento de las mujeres y la inteligencia artificial, ambos fuera de la agenda de Trump, quien en un desplante de soberbia y desafío, criticó a Japón, Alemania y la India. Oportunamente se anunció un encuentro bilateral de Trump con el presidente de Rusia, Vladimir Putin y después otra reunión con el presidente de China Xi Jinping, quienes con un poco de buena voluntad, bien podrían acabar con esas disputas comerciales que afectan al mundo entero.
Por lo pronto la posición de Norte América, sigue firme en la aplicación de aranceles a los productos chinos. China por su parte ha planteado aranceles por 75 mil millones de dólares a los Estados Unidos y desde Beijing se ha informado que la importación de automóviles de fabricación norteamericana tendrá una tarifa arancelaria del 25%, adicionalmente con un 5% aplicable a piezas Importadas de América del Norte.
Desde la elección del magnate, presidente de los Estados Unidos de America, se dijo que habría que estar preparados para muchas sorpresas con las que gobernaría al país mas rico y poderoso del mundo. Donald Trump, con un carácter bipolar, según sus colaboradores, cambia sus determinaciones de un momento a otro y con las mieles del poder que hoy disfruta, lo único que podemos esperar es “que Dios nos encuentre confesados”, si por un incidente no pensado, empeora la economía mundial.





