Está por cumplirse el primer año del nuevo gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, y lo mismo sucede en Veracruz, con la administración de Cuitláhuac García Jiménez, pero pocos cambios se notan en el tema de la corrupción.
Aquí en nuestra entidad, por ejemplo, el nepotismo (una de las muchas acciones corruptas que persisten) está muy arraigado, por más que se trate de negarlo. Un botón de muestra es lo que sucede en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), dependencia donde su titular, Guillermo Fernández Sánchez, gana más que el presidente, pues se lleva a su cuenta bancaria 153 mil pesos mensuales, con el ilegal recurso del doble salario, justificado con la clave “COEJ208”, según la tabla “VIII. Remuneración Bruta y Neta” que se encuentra en el portal de Transparencia de la Secretaría.
Una de las asignaciones de Guillermo Fernández es la de “Jefatura de Despacho” en la “Secretaría de Desarrollo Social”. La otra es como “Secretario de Desarrollo Social” en la “Jefatura de Despacho”. Supuestamente son dos denominaciones diferentes en dos áreas de adscripción distintas, para que la simulación no se entrecruce.
Sin embargo, la práctica del nepotismo no se queda ahí, pues Fernández Sánchez tiene en la Sedesol a su nuera, Rosalba Guillén Trinidad, quien es la Jefa de la Unidad de Transparencia y gana 25 mil 501 pesos, dos veces.
Otro caso es el del “analista administrativo” Alfredo Montano Fernández, adscrito al programa “Sembrando el bienestar común en el estado de Veracruz”, quien sólo aparece una vez en la nómina, pero con 24 mil pesos mensuales.
Otro funcionario que sigue el lamentable ejemplo de su jefe es Esmeralda Herrera Aguirre, Jefa del Departamento de Recursos Humanos, de ascendencia panista, quien se lleva a su bolsa cada mes 22 mil 961 pesos, también por duplicado. Antes fue tesorera en el ayuntamiento de Medellín.
Resulta que doña Esmeralda metió en la nómina, sin cargos de conciencia, a su esposo Marco Aurelio Sánchez Hoz, quien fue suplente de Francisco López Díaz, alcalde panista de Tamiahua, de 2010 a 2013. Este señor cobra 17 mil 469 pesos mensuales, también en nómina doble.
Y como los malos ejemplos son los más fáciles de seguir, y más si “no hay broncas”, Roberto Sánchez Vega, asesor del Secretario de Sedesol, quien tiene un sueldo doble de 32 mil 123 pesos, pues tiene en la nómina a dos familiares. El primero de ellos es la Directora de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial, Elda Sánchez Manzano, con sueldo simple de 42 mil 670 pesos, y el analista administrativo, José
Francisco Sánchez Montano, quien cobra 13 mil 9887 pesos, también, claro, dos veces.
Esto que sucede en la Sedesol se replica en muchas dependencias del gobierno estatal. Aun cuando el presidente López Obrador habla todas las mañanas de que la corrupción y el nepotismo, entre otros males, “son cosas del pasado”, de que ahora existe entre los nuevos funcionarios una nueva moral, una diferente ética, lo cierto es que todo sigue igual, no importa de qué gobierno, de qué siglas, de qué colores se trate. Al menos en Veracruz nada cambió.





