Otra farsa de los Verdes

Aunque en términos éticos siguen verdes, desde su origen están podridos
Sacar a cuenta el tema de la pena de muerte, en plena efervescencia de la protesta contra los feminicidios y la inseguridad en general, es un cacerolazo legislativo de los cínicos integrantes del Partido Verde Ecologista de México.
Desde que se fundó, esta franquicia partidista ha estado al servicio del mejor postor, lo mismo el PAN, que el PRI y ahora MORENA. Se montaron en un movimiento que en su momento tuvo un gran auge en Europa, para lucrar con el mismo, pero en realidad, lo único verde que tienen son los millones de dólares que han ganado de prerrogativas.
De estos señores se puede esperar todo, lo han demostrado en su corta existencia, sin embargo, lo que no es posible entender, es la alianza, de facto, que han establecido con la 4T, porque para que funcione, significa que el presidente López Obrador la acepta.
El Verde es la expresión más acabada del travestismo político, su esencia no es el pragmatismo, sino la traición, por lo tanto, más que un activo, son un auténtico lastre.
Les vale madre el desarrollo sustentable, los animales de circo, la vaquita marina y el bosque, lo único que buscan es hacer negocio y para ello, son capaces de cualquier abyección. Cuando busquemos un ejemplo de sepulcro blanqueado, pensemos en un verde.