“No es que me guste mucho hablar en lugares públicos de esto porque obviamente saben de dónde vengo y no estoy enfermo, pero aquí la gente está muy paniqueada”, dice Daniel Loaiza, colombiano residente en Salerno para EL UNIVERSAL, quien salió de Italia por miedo al coronavirus. El fin de semana pasado el Estado italiano declaró a todas las zonas del sur de Italia, zona roja.
Nadie puede salir de las ciudades como medida preventiva, similar a la optada en Wuhan, China. “Cuando se declaró zona roja, esa noche salieron los últimos trenes, los últimos buses para el sur del país. En el tren de Milán a Napoli [Nápoles] se fue muchísima gente. La gente en el desespero de no quedar encerrada, se montó al tren; el tren venía más lleno de lo habitual. Gente se subió sin pagar tiquete, no les importó tener las multas ni nada, para no poder salir. El día domingo al llegar, empiezan a reportar muchos casos en ciudades como Napoli y como Salerno (..) Los turistas trajeron el virus a Italia”, cuenta Daniel.
Ante la desesperación de no saber si quedarse, él y su familia decidieron que debía regresar a Colombia. “Con mi familia decidimos esperar a ver cómo pasan los días y evoluciona la situación, queríamos esperar hasta el día 15 o 16 para saber si había otro cierre para devolverme a Colombia, porque mi familia no es que estuviera muy bien con la situación. Finalmente, decidimos comprar el tiquete para el 10 de marzo”.
Daniel tuvo que apurarse para su salida. “Con el aviso, yo ya tengo todo empacado, todo comprado y decido arriesgarme a irme”, afirma, al añadir que “cuando hay una cuarenta general la situación se agrava (..) El Estado italiano no quiere que se esparza más el virus porque puede llegar a un colapso total del sistema de salud”, comenta.
El Estado sólo permite la salida del país por tres motivos específicos: por compra de alimentos, visita a centros médicos para atención especializada, o regreso a la ciudad de origen. Daniel comenta que “los trenes iban totalmente vacíos. Funcionó el sistema perfectamente, horarios perfectos, pero, muy vacíos. Iba yo en el vagón solo, lo que es positivo porque entre menos personas que uno se tope es menos posibilidad de contagio”.
El colombiano no tuvo ningún obstáculo para salir de la ciudad ni del país. Las autoridades italianas no le realizaron ninguna revisión para detección del virus.
“Todo me salió bien porque pude viajar en el tren desde mi casa hasta Napoli, pude tomar el avión sin ningún problema, sin ninguna restricción. Mi vuelo fue a París, y en París no había ninguna restricción de alerta. No tuve ningún problema para emigrar y pude ir a Bogotá [Colombia]. Yo aterricé a las 11 de la noche”, afirma Daniel.
Añade que en su llegada a “Bogotá sí hicieron el control de temperatura para todos los que aterrizamos, en todos los vuelos internacionales están haciendo control de temperatura para medir si la gente tiene fiebre y también hacen control con un formulario donde uno declara si estuvo en uno de los países de riesgo, entre ellos Italia. Yo dije que sí, que resido en Italia, pero que no presento ninguna de las indicaciones de que tengo coronavirus”.
El destino final de Daniel fue en otra ciudad del país. Una vez realizado el chequeo de control, no tuvo inconvenientes para viajar a donde reside su familia.
“Estoy en mi residencia tomando todas las medidas de seguridad que dio el Estado colombiano y que están dando prácticamente todos los países, que es mantenerse en cuarentena de 14 días en casa”, afirma.
Ante las medidas recomendadas por el país, a pesar de no presentar sintomatología, decidió colocarse en cuarentena voluntaria. “Estoy en perfecto estado, no estoy enfermo, no tengo gripa, no tengo tos, no tengo ni dolor de cabeza, ni fiebre, nada (…) Aunque no presente ningún síntoma, estoy consciente de todo el daño social que tiene un virus y voy a realizar mi cuarentena con todo el rigor para estar seguro de que no tengo nada. En los próximos 14 días sabré si puedo salir a la calle con normalidad o me mantengo en casa”.
