Solo los enemigos de México, aprovechan los momentos aciagos de la pandemia, para mal encausar las necesidades apremiantes del pueblo, que está urgido por atender su salud y alimentación, para mantener su sobrevivencia. La mezcla de enojo y miedo, que ha producido el coronavirus por el acelerado contagio e inevitables muertes, que incluyen a los países más poderosos y ricos del planeta; nos obliga a luchar por evitar la pérdida de fe y esperanza de la gente.
Y es que antes de la pandemia, los límites de resistencia de los marginados de la sociedad, ya estaban rebasados por el hartazgo y la desesperación de los “sin nada”, víctimas de la delincuencia callejera y de cuello blanco. La inseguridad, corrupción e impunidad, han dividido a la población y con certeza se puede decir que los más de 30 millones de votos en favor de Andrés Manuel López Obrador, representan la esperanza de reivindicación del pueblo pobre.
Hay un aprovechamiento oscuro y perverso de las redes sociales, que proviene de ex funcionarios públicos y militantes de todos los partidos políticos que hoy se encuentran en la banca, quienes las más de las veces utilizan el internet para denostar, desde el anonimato a los responsables de la conducción política del país; y esos guerrilleros del internet no descansan en sus objetivos destructivos de la imagen pública de quienes nos gobiernan; lo malo resulta en que todo ese activismo solo lleva un propósito: la lucha por el poder.
Que pena que en los llamados “padres de la patria” que ocupan escaños y curules en el Congreso de la Unión, considerado el templo de la democracia y del debate de las ideas, escasea la materia gris y la preparación; y no generen propuestas legislativas para encausar las acciones de gobierno hacia una Justicia Distributiva, cuya carga se deja a un solo hombre que es el solitario del Palacio Nacional.
Hay alarma por las declaraciones de los lideres empresariales, los dueños del capital y dueños de México, quienes pretenden desestabilizar al gobierno con la nota de una pérdida de 346, 878 empleos; sin embargo nada se dice en el sector privado, de los 2 millones de nuevos empleos que el gobierno del Presidente López Obrador ofrece crear en los próximos 9 meses.
Que no cunda el pánico, que en la vida todo tiene solución, menos la muerte. Hay que seguir luchando, sin perder la fe y la esperanza, durante la presente semana de pascua y las que sigan.





