Edel busca otro "hueso"

Mientras las grillas en el Tribunal Superior de Justicia del Estado se ponen color de hormiga, el ex Presidente del TSJE, Edel Álvarez Peña, ni suda ni se acalora.
Ni las presumibles transas de su cuatacho del alma, Fernando Charleston Salinas, ni los señalamientos de probables trastupijes de las Ciudades Judiciales, ponen a temblar a este cachetón.
(Haciéndole la competencia al colega Catón, nos acordamos del chiste que nos contó alguna vez don Domingo Ortiz Espejo, quien ya descansa en paz. Resulta que en una ocasión a Nicanor, español de gorda figura de repente sintió necesidad de vaciar sus intestinos, pero como el baño del tren en el que viajaba no tenía WC que sirviera, ya en un momento de desesperación, bajóse sus pantalones
y puso sus nalguitas fuera de la ventanilla, para disponerse a desalojar sus desechos. Pero como era un poco estreñido, aquella cosa café oscuro comenzó a salir poco a poco en forma de grueso habano. Viéndolo a lo lejos el cegato «garrotero» -que así le dicen a los ayudantes de ferrocarril- y ante inminente peligro por la próxima entrada a zona de túneles, le gritó: «¡ese cachetón del puro, que se meta!»).
Volviendo al tema inicial, Edel no sólo está muy campante, sino que ha deslizado a sus cercanos que muy pronto le depara un buen cargo. No se sabe si en el estado de Veracruz, la Federación, o en el estado de Puebla, en donde el político sureño mantiene buenas relaciones.
Pero como fuere, parece que este cachetón ya ligó un buen «hueso».