A pesar de que la vía del tren en Michoacán fue liberada el domingo, la central carboeléctrica de Petacalco, en Guerrero, no operará en el corto plazo debido al daño que sufrieron los equipos que dejaron de generar energía por primera vez en 28 años.
Inaugurada en noviembre de 1993, Petacalco es la segunda central más importante del País con capacidad de 2 mil 778 megawatts.
La falta de combustóleo por el bloqueo y previamente la cancelación del contrato de su combustible primario, el carbón, dejaron inactiva esta central prioritaria para cubrir la demanda de electricidad en el sur del País.
Su reactivación implicará dar mantenimiento a mecheros, calderas y precipitadores dañados por el uso de combustóleo, con un costo de entre 10 y 15 millones de dólares por unidad, según cálculos de expertos.
Víctor Ramírez, integrante de la Plataforma México, Clima y Energía, aseguró que al cambiar el uso de carbón por combustóleo, los equipos se dañaron y su reparación llevará tiempo, por lo que no se espera una recuperación inmediata de la generación.
La consecuencia en el corto plazo es falta de energía en el sur y centro del País en un momento clave porque comienza el periodo de mantenimiento de otras centrales, aseguró Casiopea Ramírez, analista de Fresh Energy Consulting.