Quiero a mi Papi: el comprensible llanto de ChiquiYunes

Lo escribe este jueves el agudo e inteligente analista Pablo Jair Ortega:

Cuando alguien tiene un estrés tremendo guardado, dicen los psicólogos que a veces sólo necesita un toque en el cuerpo, una palabra clave, para desencadenar una reacción descomunal de desplome emocional que deriva regularmente en llanto desesperado, en un desahogo tremebundo debido a la carga de sentimientos que el afectado no quiere expresar hasta que ya no puede y revienta… Eso quizás le pasó este miércoles a Miguel Ángel Yunes Márquez en el informe de su hermano Fernando, alcalde saliente de Veracruz… Y es que los hermanos este miércoles tuvieron que tragar sapos porque minutos antes del último informe de Fernando, les cayó como bomba la noticia de que fue anulada por parte del Tribunal Electoral de Veracruz (TEV, todavía falta decisión del Tribunal Federal) la elección municipal de Veracruz, donde Patricia Lobeira –esposa de Miguel– había sido supuestamente ganadora… Y es que Miguel brotó en llanto desconsoladamente ahí frente a todos los asistentes, usando las manos para secarse las lágrimas cuando su hermano lo mencionó en su discurso, pero no pudo aguantar tanta carga de emociones acumuladas… La imagen recordó a su padre el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares en aquella foto tomada por Miguel Ángel Carmona donde se ve al “choleño” agarrándose la frente en señal de derrota cuando su hijo perdió las elecciones a gobernador… Deben ser unas horas difíciles para los Yunes del Estero, acostumbrados siempre a estar envalentonados, mostrarse rudos y usando siempre mensajes victoriosos como “nunca nos vencerán” y así… Debe ser difícil tener que absorber otro trago amargo, volver a tener nervios ante la incertidumbre y es aquí donde el apoyo emocional familiar es muy necesario para no dejar caer al afectado… Es cierto: todavía no está definido todo y podrían cambiar las cosas en el tablero político, pero el llanto de Miguel ya muestra la realidad de cómo los hermanitos Yunes se sienten por dentro… A estas alturas quizás están arrepentidos de haber jubilado al patriarca y exiliarlo no sólo del país, sino de la familia. Quizás la voz interna que más resuena es “¡Quiero a mi papi!”, porque no es lo mismo caminar arrogantemente de la mano del padre que sin ella, sin su respaldo, experiencia, tenebra y contactos políticos que tanto lo han protegido.