Por Roberto López Barradas
Hoy en día, una de las quejas más comunes es tener una situación económica precaria, nos quejamos todos los días que el dinero no alcanza, que no rinde para cubrir todas las necesidades de un hogar, sin importar el número de integrantes en la familia, el lamento es el mismo, no gano lo suficiente, es poco para todos los compromisos que tengo, no sé cómo voy a hacer con todos los gastos.
Se pasa de la angustia al enojo, la molestia y se regresa a la preocupación, una y otra vez, dándole vueltas a los mismos pensamientos pesimistas y negativos sobre nuestra condición de escases, llevándonos a un estrés, una presión, casi una frustración de pensar que las cosas no van a cambiar, no van a mejorar; en ocasiones, pensamos que estamos sumergidos en un problema grave, muy difícil de resolver, sin contar con la ayuda de nadie, y peor aún, sin querer pedir auxilio o siquiera contarle nuestras pesadumbres a alguien, por temor a la crítica, a la indiferencia, al escrutinio, creyendo que es inútil buscar el apoyo de alguna persona.
Debemos cambiar la manera de pensar, ya basta, deja de hacerte el pobrecito, de decir que no te alcanza, si declaras pobreza, atraerás pobreza; debes dejar el papel de víctima, de mártir, porque no saldrás adelante nunca, los límites que existen a tu capacidad, son los que tú mismo te impones, comenzando en tu mente, reseteando el sistema de tu disco duro todos los días, cuando deberías cambiar el chip por pensamientos positivos. Si te cuesta trabajo hacerlo sólo, entonces busca apoyarte en la tecnología y las redes sociales, escuchando una conferencia, siguiendo alguna página de frases, reflexiones motivacionales, leyendo un libro o asistiendo a una conferencia de superación personal,.
Esto te permitirá en primer lugar, cambiar tu auto-concepto, de que no eres pobre, sólo estas quebrado, y que los recursos económicos llegarán, tarde o temprano los vas a obtener, pero antes debes conseguir un estado mental nuevo, renovado, fuerte, que te sostenga en los momentos de duda, de crisis, para que tu ímpetu no disminuya, y no se vea mermada tu voluntad; debes recordar que tu estado financiero sólo es un reflejo de tu estado mental. El autor Og Mandino, dice en su libro el vendedor más grande del mundo: el fracaso no te sobrecogerá nunca, si tu determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa.
Cada mañana tienes dos opciones: seguir quejándote de tu vida o hacer algo para cambiarla, empieza con renovar tu mente, cultivarla, educarla para estar en el enfoque positivo el mayor tiempo posible. Me gusta mucho la frase del autor Robert Kiyosaki: tu mente es el activo más poderoso, invierte en ella y estarás haciendo en el negocio más grande de tu vida.
Por último, hoy en la mañana una querida prima me compartía una reflexión encaminada a la fe, de acuerdo al libro de Romanos: 4:17 “… Dios, que da vida a los muertos y llama a las cosas que no existen, como si existieran.” Significa que no debería de hablar de cómo es usted ahora, hable a cerca de la manera en que quiere ser. Si está teniendo dificultades en sus finanzas, no vaya diciendo, que mal está mi negocio, no crece mi economía. Esto es llamar a las cosas que son como si así fueran a ser siempre. Por fe usted tiene que decir: soy bendecido, soy una persona exitosa, deseo el favor de Dios en mi vida, en mi casa, en mi familia, en mis finanzas. En las sagradas escrituras, en el libro de Joel: 3:10, Dios nos declara: “… diga el débil, fuerte soy.” Así que, lo animo a que antes de seguir pensando en que el escenario de su vida no va a cambiar, ponga todo en manos de Dios, confiando plenamente en su amor y su provisión, recordando en todo momento que Él es nuestro socorro en medio de las tribulaciones.
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