Ignacio Álvarez
El cuerpo de agua Atoyac, es víctima del asedio contaminante y permanente de descargas de aguas residuales que genera la población, industrias de la caña de azúcar, la disposición del líquido para el Sistema de Riego Agrícola “Alfredo B. Buenfil” y de los efectos de deforestación que lo tienen al borde de su muerte.
En el 2016, un socavón se tragó su cauce y después de trabajos intensos se logró tapar y regresar el agua al río, sin embargo, informes de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) establecen que acuífero Atoyac presenta una reducción sustancial en sus volúmenes, informó el representante de los Defensores Ambientales de Atoyac, Cristian Pérez Martinez.
Explicó que gran parte del agua es usada para el Sistema de Riego “Alfredo B. Buenfil” que atiende siete mil hectáreas de cinco municipios de la zona y abastece de agua al ingenio Central Potrero que la devuelve al río en calidad de aguas residuales.
Informó que en el 2020, la CONAGUA autorizó la construcción de una planta para el tratamiento de las aguas del drenaje sanitario que se vierten al río, pero jamás se construyó.
En esta temporada adelantada de estiaje, el afluente que nace en las faldas del Pico de Orizaba y tributa al río Cotaxtla y éste a su vez al río Jamapa, se encuentra amenazado de secarse, por todas las condiciones adversas a su cuidado.