Nadie duda que el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued, sea un hombre bien intencionado.
Tampoco nadie cuestionaría su enorme capacidad de construir mucha obra pública en tan corto plazo.
Pero uno de los cabos sueltos de su administración, ha sido paradójicamente el tema comercio, y de manera específica los centros nocturnos de “diversión” conocidos como “antros”.
Ya en varios medios se ha hecho eco a las denuncias ciudadanas sobre que dichos establecimientos no cumplen con los horarios de cierre y violan flagrantemente las normas de contaminación auditiva al rebasar por mucho los decibeles de sus equipos de sonido.
Por citar un ejemplo, los vecinos que habitan cerca de Plaza City se han quejado muchas veces de estas anomalías, pero las autoridades municipales hacen como que los escuchan, y finalmente los antros siguen haciendo de las suyas.
Y aparte del ruido excesivo y la violación de los horarios, tras una acuciosa investigación se ha logrado saber que presuntamente en algunos antros al parecer siguen vendiendo sustancias ilicítas y en otros casos los meseros golpean a los ebrios parroquianos.
Algunos de los antros que con frecuencia han violado horarios y no mitigan el ruido de su música, son: El Punto, Inanna Restaurante, Rhamal Zaragoza, Xochimilco de avenida Araucarias, entre tantos otros.
En donde estarían involucrados en temas escabrosos que la FGR debería investigar, serían: Mezontle de Plaza City. En los baños encontraron extraña sustancia, pero al parecer la policía no quiso proceder. Asimismo, se sabe que en el estacionamiento de Plaza Xanath -ya en los límites con el municipio de Emiliano Zapata- sobre todo a partir de los viernes, los chavos se acercan a un puesto de venta, y al rato andan como si se hubiesen comido un pambazo. En iguales circunstancias, el antro “Moose”. Algo parecido en el sitio “40 y 20”.
En cuanto a los antros cuyos dueños presumen estar protegidos por la clase política en el poder se encontrarían: Inanna. El dueño es hermano de un regidor del ayuntamiento de Xalapa; Rhamal, propiedad de un hermano de una alcaldesa de un ayuntamiento cercano a Xalapa, y que además recibe protección de una regidora xalapeña, que a su vez es novia de poderosa secretaria de despacho.
¿Estará enterado don Ricardo de todas estas irregularidades? Si sabe, mal, y si no está enterado, tantito peor. (En Corto… Sin Cortes / José Ortiz Medina).