Por Luis Humberto Tejeda Taibo
En las dos administraciones estatales pasadas, el World Trade Center, ubicado en la mayor zona de plusvalía económica-comercial de Veracruz y Boca del Río, era un elefante blanco a oscuras; incluso, sin eventos, sin gente.
Hoy en día, en esta nueva administración estatal y de la mano de dos administradores eficientes: el contador Óscar Lara y el licenciado Adrián García, titular en el presente, se ha revertido esa situación lastimera y el elefante blanco se ha convertido en polo de negocios, empresas, eventos, etc.
El jovenazo Adrián le ha influido energía y vigor al grado de que, si tu evento empresarial no se ve en el WTC, será difícil que impactes en tus potenciales inversores o clientes.
Precios accesibles, promociones y demás herramientas, permiten que este lugar provoque y genere oportunidades de negocios y derrama económica, pero de la medible, de la certificable; no de la que anuncian para portadas periodísticas con números alegres, si no de la que impacta el bolsillo de empresarios, comerciantes y ciudadanos.
La importancia y vitalidad que da el Gobierno del Estado al apoyar este tipo de lugares, da como resultado una sinergia interesante que genera flujo de negocios y dinero.
Ni qué decir de los beneficios al sector turístico que el WTC otorga.
Pensar que antes de esta administración estatal se estuvo a punto de perder la franquicia del WTC por falta de pago de refrendo es de locos, sinceramente.
En fin, los invito a conocer este lugar… ¡El WTC va!





