José Ortiz Medina
El entonces alcalde de Xalapa, David Velazco Chedraui viajó hasta Curitiba, Brasil, para analizar cómo esa ciudad que tenía caótica vialidad, mejoró sustancialmente.
Tras su periplo por tierras brasileñas, el autor de estas líneas le preguntó a David: ¿y cómo lo lograron allá?, a lo que Davicho sólo contestó: “modernizaron el transporte público”.
¿Y cómo modernizaron el transporte público en Curitiba?, tal vez se esté usted preguntando, amable lector. Pues con una inversión 100 veces menor a lo que costaría una línea de metro, el gobierno de Curitiba logró perfeccionar su sistema de autobuses biarticulados, populares por su color rojo, que tienen su propio carril con estaciones forjadas por tubos metálicos y su propio sistema de semáforos.
Todas las rutas de autobuses están estratégicamente interconectadas entre sí, por lo cual el servicio de transporte es extraordinario. Ello contribuye a reducir el tráfico vehicular. Tener un coche en Curitiba es, prácticamente, un lujo innecesario. Además, el sistema de transporte biarticulado pertenece a un conglomerado de empresas privadas que contribuyen a optimizar las finanzas de la municipalidad.
El sistema de vías va de este a sur, recorriendo la ciudad de palmo a palmo mediante dos ejes lineales y dos curvos. La red integral de transporte fue distinguida en el año 2010 por la Globe Sostenible City Award como la más sustentable del mundo. Su diseño fue utilizado en la Ciudad de México y Bogotá.
Y como Fidel Herrera no le permitió a “Davicho” modernizar el transporte, pues el “pulpo camionero” se opuso, “Davicho” inventó unos “ejes viales” que sólo consistía en poner grandes avenidas en un sólo sentido en ambos carriles y no permitir que la gente estacionara sus autos en las calles. Sin embargo, vecinos y comerciantes protestaron y al proyecto de “Davicho” le metieron reversa. De reversa mami.
En sexenios anteriores también se planteó hacer peatonal el centro histórico de Xalapa, pero de igual forma, ante la protesta de comerciantes que argumentaron que se iban a desplomar sus ventas y por otro lado la molestia del “pulpo camionero”, pues se echó para atrás ese proyecto.
De igual forma, desde anteriores administraciones estatales, se ha planteado la necesidad de sacar las terminales de autobuses foráneos como las que hay en la calle de Pípila, La Rotonda, Los Sauces, por citar algunas, pero de igual forma los empresarios transportistas se han negado rotundamente a esas medidas.
Pero ya encarrerados con Curitiba, esa ciudad no sólo mejoró su vialidad, sino que también sentó las bases para mantener un equilibrio entre el desarrollo urbano y el medio ambiente.
Hace 34 años, el gobierno del arquitecto y político Jaime Lerner quería preparar a Curitiba para el venidero siglo XXI, pero no querían sacrificar su patrimonio natural ni su acervo cultural. ¿Cómo modernizar la ciudad?
Mediante una planificación urbana basada en el desarrollo sostenible.
Estas eran las claves del proyecto:
- Los edificios debían rodear la naturaleza, no al revés.
- El casco histórico de la ciudad solo tendría acceso peatonal.
- Perfeccionar el sistema de transporte con el apoyo de la empresa privada.
- Los rascacielos siempre debían tener fachadas y terrazas verdes para ahorrar energía.
- Orientar a la ciudadanía para colaborar con el mantenimiento y conservación del patrimonio urbano.
- Además, se crearía un sistema de parques para optimizar el drenaje de la ciudad.
¿Cuáles serían los beneficios? Elevar la plusvalía de la ciudad, promoviendo la inversión comercial y el turismo. ¿Cómo convertir la utopía en realidad? Mediante el correcto funcionamiento de las políticas administrativas, poniendo la lupa en las finanzas para asegurarse de que las ganancias siempre se invirtieran en el desarrollo de la ciudad, evitando las clásicas corruptelas.
34 años después los resultados son ampliamente satisfactorios: 52 metros cuadrados de áreas verdes por persona, el mejor sistema de transporte público de Sudamérica – con capacidad para cubrir el 100% de la población -, más de un millón de árboles sembrados en vías y carreteras y una red de 28 parques y bosques. El desarrollo ecologista permitió convertir a Curitiba en una ciudad preciosa y eficiente.
Recientemente, Curitiba ha sido reconocida en diversos informes que miden el nivel de sostenibilidad de las ciudades más importantes de Latinoamérica, entre ellos la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO- (2014), la revista The Economist (2015) y la multinacional alemana Siemens (2015). En reiteradas ocasiones ha sido reconocida como una de las ciudades más verdes y limpias de Latinoamérica, a la par de Bogotá.
El pulmón urbano de Curitiba lo constituye su sistema de parques, que abarca un promedio de 50 metros cuadrados de áreas verdes por cada habitante. La mayoría de estos parques y jardines se han establecido en zonas antiguas.
Pero en resumen, el transporte público fue la columna vertebral del urbanismo ecológico en Curitiba, en un concepto que se resume en ecología y sustentabilidad.
PESE A GRILLAS, YAIR ADEMAR SIGUE FIRME E INSTITUCIONAL
Pocos han sido los personajes que durante los últimos años de la 4T, realmente se han mantenido al margen de los dimes y diretes que se han dicho al interior de MORENA y de los líderes que se han adelantado a los tiempos brincando al escenario público para denostar, lastimar y dañar la imagen del partido, emulando a viejos actores del pasado que destruían con tal de obtener un cargo público.
Joven, pero con el expertís necesario para ser una gente institucional y alinearse a las indicaciones de sus jefes políticos, el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el Secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, así es como Yair Ademar Domínguez Vázquez se ha dado a conocer entre el círculo rojo.
Y a pesar de que muchos integrantes de la 4T no lo aceptan del todo, es cierto que han reconocido en él a un persona que se ha formado en la militancia de la izquierda y que ha aprendido que ha madurado y que se mantiene vigente.
Segregado en algunos momentos y con juego activo en otros, como las cosas suelen ser en este oficio, pero como dice un viejo dicho: quien bien siembra, bien cosechará.
Es interesante ver el papel de las nuevas generaciones en el terreno político, que dota de nueva sangre la agenda pública y además muestra, en algunos casos, una nueva forma de hacer política. Sin duda en el 2024, los jóvenes serán un factor importante en la toma de decisiones, pero también en la ejecución de políticas públicas.
