Redacción Versiones
Ahora que fue detenido y vinculado a proceso Carlos Knigth Crespo, dueño de la desaparecida NL Technologies, surge nuevamente a la palestra mediática el tema Tuxpan, en donde el ex alcalde Raúl Ruiz Díaz firmó ese contrato leonino con la referida empresa, en un esquema de presunta complicidad con el empresario a quien le dictaron 6 meses de prisión preventiva junto con su cómplice Jorge “N”.
Y fue tan leonino ese contrato, que en uno de sus apartados, dice:
“En caso de que se susciten cuestiones de naturaleza técnica o económica, que no se puedan resolver judicialmente, ambas partes acuerdan tratar de resolverlas con apego al principio de la buena fe, por lo que se comprometen a realizar todas las acciones que se encuentren a su alcance y harán sus mejores esfuerzos por llegar a una conciliación”.
Como es sabido, el 30 de junio de 2016 se presentó en el cabildo, que presidía el Raúl Ruiz Díaz, la propuesta que llevó NL Technologies para renovar más de 9 mil luminarias del municipio. Para el 10 de abril de 2017 el presidente municipal ordenó la firma del contrato por un periodo de 10 años.
Como obligación se debía crear un fideicomiso al que se destinaría el Fondo de Participaciones Generales y el Fondo de Fomento Municipal. En 2022, Tuxpan calculó ingresos por 545 millones de pesos. La autorización del Congreso se logró el nueve de mayo de 2017, según la Gaceta extraordinaria 290.
El contrato estableció la obligación de renovar nueve mil 434 luminarias, de esas, 94 deberían estar equipadas con cámara de vigilancia de alta definición, Wi Fi, y con sistema de telegestión para el monitoreo y control de los circuitos de alumbrado.
Durante los 10 años de vigencia del contrato, se planteó que la empresa tuviera en operación el 95 por ciento de las luminarias y en un plazo de 72 horas repararía las afectadas.
La empresa tenía cuatro meses para retirar toda la red municipal; en la segunda etapa (no mayor a 18 meses) debió instalar equipos adicionales de Wi-Fi. El plazo vencía en febrero de 2018.
El acuerdo con NL Technologies los obligaba a estar al tanto del mantenimiento de los equipos, incluso, podría contratar a terceros y los trabajadores estarían en la Dirección de Servicios Públicos Municipales para tener control y vigilancia de los equipos.
Pero nada de eso se cumplió, y Raúl Ruiz Díaz endeudó al ayuntamiento y se fue como el jibarito, loco de contento, con sus alforjas repletas de billetes.
Se presume que varios alcaldes que firmaron contrato con NL Technologies al parecer habrían recibido «mochada» y por ello los munícipes firmaron contratos evidentemente leoninos.
