VIDEO | Lo condenan a 4 años de prisión por escupir y lanzar insultos racistas

Edward Cagney Mathews, de 47 años, fue sentenciado a cuatro años de prisión, de una condena total de ocho años, por un ataque racial que se volvió viral en Nueva Jersey. Mathews, un hombre blanco, profirió insultos raciales y escupió a sus vecinos negros durante un altercado en julio de 2021.

El juez del Tribunal Superior Gerard H. Breland emitió la sentencia después de que Mathews se declarara culpable de cuatro cargos de intimidación parcial y posesión de sustancias controladas con intención de distribuirlas, entre otros cargos. Edward, visiblemente afectado y entre lágrimas, pidió disculpas a las víctimas por sus “palabras insensibles e irrespetuosas en el pasado”. Expresó su deseo de “reconstruir la comunidad” y afirmó que “cada santo tiene un pasado y cada pecador tiene un futuro”.

El incidente que llevó a la condena ocurrió después de una disputa con la asociación de propietarios de su complejo de condominios en Mount Laurel. Mathews fue grabado en un video lanzando insultos racistas, refiriéndose a su vecino negro como un “mono” y un término racialmente ofensivo mientras escupía durante el altercado.

La Policía de Mount Laurel inició una investigación después de presentar una denuncia de acoso contra Mathews. Posteriormente, recibieron llamadas adicionales que informaban que Mathews usaba insultos raciales contra varios residentes. El video se volvió viral, generando una protesta masiva frente a la casa de Mathews y exigiendo su arresto.

El fiscal adjunto del condado, Jamie Hutchinson, leyó declaraciones sobre el impacto en las víctimas, destacando el miedo y la ansiedad que causó el comportamiento de Mathews. Una de las víctimas, Denise Brown, describió las acciones de Mathews como una “pesadilla” que la dejó mirando constantemente por encima del hombro y sin confianza en nadie.

Además de este incidente, se reveló que Mathews tenía un historial de comportamiento racista, incluyendo el uso frecuente de términos ofensivos hacia sus vecinos negros, colocar heces en sus propiedades, enviar amenazas por correo y disparar perdigones a sus autos.

Edward afirmó estar borracho durante el ataque, una declaración respaldada por su entonces esposa, Shannon Schwartzhoff, quien mencionó que Mathews tenía problemas con la asociación de propietarios y estaba tratando de resolver un robo de dinero. El juez Breland ordenó a Mathews pagar 4 mil 408 en restitución y someterse a entrenamiento de sensibilidad racial en prisión. Se le acreditarán los 886 días que ya ha cumplido, siendo elegible para libertad condicional en 16 meses.

Este caso destaca la gravedad de los delitos de odio y resalta la importancia de abordar y condenar enérgicamente comportamientos racistas para proteger la integridad y seguridad de todas las comunidades.