Estados Unidos sigue resintiendo los efectos del invierno.
Al menos, 45 personas murieron en el país durante las últimas dos semanas, revelaron medios locales ayer.
Las escuelas y las carreteras han frenado sus actividades y el tráfico aéreo se ha complicado.
A esto se suma el aumento de la demanda de energía eléctrica.
Al conteo de ayer, 100 mil usuarios del estado de Oregón seguían sin tener electricidad en sus hogares, de acuerdo con el sitio de reportes PowerOutage.us.
Eso convirtió a la entidad en la más afectada.
Esto mientras el hielo y el viento complicaban los esfuerzos por restablecer el suministro de Portland General Electric, la mayor empresa eléctrica del estado.
“Entendemos la interrupción que estos cortes pueden causar y no pararemos hasta que las luces estén encendidas para todo el mundo”, aseguró la compañía ayer.
Las temperaturas bajo cero provocaron picos de demanda eléctrica en algunas partes de Estados Unidos el miércoles pasado, un día después de que hogares y empresas consumieran una cantidad récord de gas natural para calefacción y generación de electricidad.
La fuerte tormenta invernal también paralizó el martes pasado una refinería de la costa estadunidense del golfo de Texas.
Este incidente provocó averías en otras y redujo a la mitad la producción de petróleo de Dakota del Norte.