Juan Javier Gómez Cazarín.*
En octubre del año pasado Rocío Nahle ya no era Secretaria de Energía. Pero como toda una experta en materia energética que es, fue invitada especial al Quinto Congreso de Energía, Refinación, Gas y Petroquímica, celebrado en el World Trade Center, para que dictara una conferencia magistral.
Hizo una exposición -ciertamente magistral- sobre los logros que ha tenido el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en esta materia y, todavía más notable, sobre el futuro del sector más allá de este sexenio.
En esa ocasión explicó algo que a mí me llamó mucho la atención pero que, al parecer, no recibió la merecida importancia en las crónicas periodísticas del evento.
Dijo, palabras más o menos –disculparán que la cite de memoria-, que uno de los temas que habían quedado pendientes en este sexenio, por razón de tiempo y de recursos, era el relanzamiento de la industria petroquímica.
No sólo eso. Señaló que estaba muy confiada de que ese sería uno de los objetivos prioritarios en materia energética en la siguiente etapa de la transformación del país. Es decir, el sexenio de Claudia Sheinbaum.
Obviamente, Rocío sabía muy bien de lo que hablaba. Me acordé de sus palabras hoy que se conmemora el 86 aniversario de la Expropiación Petrolera y que Claudia Sheinbaum presentó su propuesta “Soberanía Energética para el Desarrollo Sostenible”.
¿Y saben cuál es uno de los puntos más importantes de su propuesta? Ahí les va: promover la puesta en marcha de la petroquímica nacional y la producción de fertilizantes. ¿Y saben dónde está más del 95 por ciento de la petroquímica nacional? ¡En el sur de Veracruz! ¿Y saben dónde se produce la principal materia prima para los fertilizantes? ¡En el complejo Cosoleacaque!
Bueno, se producía antes, porque los malos gobiernos del PRIAN dejaron caer las plantas de amoniaco que tantos empleos generaban en Cosoleacaque, Minatitlán y los alrededores.
Como bien lo dijo Rocío hace cinco meses, Claudia quiere revertir esto y que Cosoleacaque, como Pajaritos, Cangrejera y Morelos –estos tres últimos en Coatzacoalcos- vuelvan a ser motivo de orgullo nacional y de bienestar para las trabajadoras y los trabajadores petroleros.
Estoy seguro de que tampoco es casualidad que apenas un día antes haya estado con nosotros en Minatitlán y Coatzacoalcos.
Por eso, entre otras muchas razones, en la candidatura de Claudia están puestas nuestras esperanzas para seguir rescatando esta industria que es de todas y todos los mexicanos.
Cuando veo la foto de Claudia y Rocío a bordo del ferrocarril Interoceánico entiendo el símbolo que encierra: van juntas en la misma dirección del progreso para nuestra tierra. Así avanzan nuestra próxima Presidenta y nuestra futura Gobernadora. Yo, desde luego y sin ninguna duda, como llevo años diciéndolo, me subo con ellas a ese tren.
*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política.