Ha sido un secreto a voces que Cuitláhuac García Jiménez nunca ha querido a Rafael Hernández Villalpando.
Pese a que el ex rector de la UV, ex alcalde de Xalapa y actual diputado federal por Morena, ha gozado de la amistad de Andrés Manuel López Obrador, García Jiménez y su grupo siempre lo han bloqueado.
Así, por ejemplo, se sabe que Hernández Villalpando quiso ocupar un cargo en el gobierno estatal luego de que Morena y aliados ganaron la gubernatura en 2018, pero Cuitláhuac se opuso.
Las posiciones que buscaba Rafael eran ya sea la secretaría de Gobierno o la Secretaría de Educación de Veracruz, pero el hijo de Atanasio García impuso como es sabido a Eric Cisneros y a Zenyazen Escobar, respectivamente en esas áreas de gobierno.
Cansado tal vez de que AMLO no lo siguiera apoyando, fue la razón por la que en el pasado proceso interno de Morena para elegir al candidato a la Presidencia de la República, Hernández Villalpando no apoyó a la favorita del Presidente, Claudia Sheinbaum, sino que terminó decantándose por Marcelo Ebrard.
Y la estocada final por parte del grupo de Cuitláhuac y Rocío Nahle contra Villalpando, fue cuando ya habiéndose registrado para reelegirse como diputado federal este año, a Rafael le dijeron que se bajara del caballo para que se subiera Ana Miriam Ferráez Centeno, amiga muuuuuuy cercana a un hermano de AMLO. Riesgosa la jugada de haber cambiado de último momento de abanderado, pues la diputada local saliente a punto estuvo de perder ante Américo Zúñiga, aunque el priista no se da por vencido y cree que puede ganar la curul en los tribunales.
Lo anterior lo comentamos porque ayer, en conferencia de prensa, con el pretexto de argumentar que ya está “muy curtido” en temas de prensa y medios de comunicación, narró el conflicto en la Universidad Veracruzana en 1986, año en el que al menos dos grupos de “porros” se confrontaron en el proceso sucesorio de la rectoría.
Cuitláhuac contó que acudió junto con una comitiva a palacio de gobierno para exigir que atendieran a un estudiante que fue baleado y que al mismo tiempo se reiniciaran las clases en las facultades que habían sido tomadas en Xalapa y el puerto de Veracruz.
Y comentó que horas después también llegaron a palacio de gobierno los estudiantes “porros”. García Jiménez asegura que ya al final de la mesa de diálogo, alcanzó a ver y a escuchar a Rafael Hernández Villalpando, en ese entonces subsecretario de Gobierno, darle una palmada a uno de los líderes de los “porros” para al mismo tiempo decirle -según Cuitláhuac-: “Bien hecho, jóvenes”. García Jiménez dijo también al final de este tema, que el otro grupo de porros era respaldado por el entonces rector Salvador Valencia Carmona. (José Ortiz / EN CORTO).