EN CORTO
José Ortiz Medina
El columnista Ricardo Raphael lo adelantó en su columna de este lunes 9 de septiembre.
La reunión se celebró el viernes pasado al mediodía. Asistieron Adán Augusto López, líder de la bancada de Morena; Miguel Ángel Yunes Márquez, senador propietario del PAN, y Miguel Ángel Yunes Linares, ex gobernador de Veracruz y senador suplente de ese mismo partido.
Ahí acordaron que el senador Yunes Márquez votará a favor de la reforma al poder judicial.
A cambio de esta defección, Adán Augusto ofreció hacer que desaparezcan las varias órdenes de aprehensión enderezadas contra la familia Yunes. La más complicada es la que pesa contra Fernando Yunes, hermano del senador e hijo del ex gobernador, quien ha sido acusado de presunto daño patrimonial cometido durante su gestión como presidente municipal del puerto de Veracruz.
Y como es sabido, al clan de El Estero, le preocupa que Fernando Yunes Márquez asuma la diputación local el próximo 5 de noviembre, sin que le pongan las esposas en sus manitas.
También fueron objeto de negociación las órdenes giradas contra Yunes padre por delincuencia organizada y enriquecimiento ilícito. La primera se basa en las acusaciones realizadas por la periodista Lydia Cacho a propósito de su presunta participación en una red de pederastia y trata de personas. Existe otra denuncia por supuesto peculado, ocurrido cuando el ex gobernador fue director del Issste.
Adán Augusto López prometió que tres de estas órdenes desaparecerían antes de que el senador solicite licencia y las otras después de la votación programada para este miércoles 11 de septiembre.
Pero hubo un acuerdo más -añadió el columnista- que tiene muy enojada a la gobernadora electa Rocío Nahle: en la misma reunión, Adán Augusto se comprometió a respetar el dominio político de la familia Yunes sobre los municipios de Veracruz y Boca del Río, donde el PVEM serviría como vehículo para promover las futuras candidaturas políticas propuestas por el clan.
Así es. Si se respeta ese acuerdo a cabalidad, la candidata o candidato del PVEM a la alcaldía en Veracruz, en alianza con Morena y PT será un integrante del clan Yunes, ya sea el mismo Miguel Ángel Yunes Márquez, o Mary Jose Gamboa. Por Boca del Río, las prospectas sería Indira Rosales San Román o bien la misma Mary Jose Gamboa.
Si se respeta ese acuerdo -insistimos- quedarían fuera de la contienda en al menos la ciudad de Veracruz otros aspirantes que le han talacheado desde hace rato en la 4T: Rosa María Hernández Espejo, Ricardo Exsome Zapata, Pepín Ruiz, Bertha Ahued y la ex priista Anilú Ingram, reciente adquisición del PVEM.
Trascendió que aparte de Adán Augusto López, otro personaje clave en la negociación para que Miguel Ángel Yunes Márquez vote a favor de la reforma fue precisamente Manuel “El Güero” Velasco, personaje que mueve los tinglados en el PVEM.
“El Güero” Velasco mantiene una extraordinaria relación de larga data con el jefe del clan de El Estero, el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Sin duda, esta rara y atípica negociación será muy difícil de digerir no sólo para el gobernador saliente Cuitláhuac García (“la ley no se negocia”, dijo) o la gobernadora electa Rocío Nahle, sino para muchos militantes y simpatizantes de la 4T.
La alianza con los Yunes es anti natura. Es como si las ovejas decidieran aliarse con el lobo y de repente meterlo a su corral.
Lo delicado del asunto es que los Yunes no son confiables y gozan de poca credibilidad. Ya dentro de la 4T serán más los problemas y conflictos los que van a generar. Y no hay que ser tan implacables. Así han sido. Así son. Así siempre serán. La traición está en su naturaleza, en su ADN. Es como el cuento del sapo y el alacrán. Un buen día, el alacrán le pidió al sapo cruzar el río. El sapo contestó: no, porque tú posees un aguijón venenoso y me lo puedes ensartar. “No hermano sapo, cómo crees, si me vas a ayudar, jamás te haría daño”. Así que el sapo aceptó. Llevó al alacrán a cuestas, y ya cuando casi llegaban a la otra orilla del río, el sapo sintió el aguijonazo en la espalda. –“¿Por qué lo hiciste, si yo te ayudé? –“Perdón hermano sapo, pero es mi naturaleza”.