Evitar la corrupción vial
Agustín Basilio de la Vega
Los automovilistas y en general los conductores de vehículos están sujetos a las normas de tránsito y vialidad que prácticamente en ningún lugar se aprenden. De hecho, se otorgan aquí en Xalapa, licencias de conducir a cualquier persona. En otros países hay cursos y exámenes teóricos y prácticos, pero no en la capital del Estado de Veracruz.
En cuanto a la señalización horizontal y vertical (señales pintadas en los pavimentos como rayas y las colocadas en postes) son escasas y francamente deficientes. Muchas de ellas no se ven debido a los arbustos mal podados o al descuido y falta de mantenimiento. A las autoridades no les interesa realmente mejorar la vida del conductor y menos de los peatones.
En medio de este caos, muchos de los patrulleros (no todos, hay honrosas excepciones) hacen de la extorsión a los ciudadanos su modus operandi para vivir a plenitud estos tiempos de cuarta transformación con métodos lucrativos y lamentablemente muchos ciudadanos son víctimas también de su falta de información.
Un amigo y yo presenciamos cómo una patrulla de la policía vial detuvo a un conductor que no respetó una señal: Procedieron primero a revisar la documentación del conductor, del vehículo y las verificaciones para luego mostrarle un tabulador de costo de las multas y así demostrarle que son muy caras, a continuación, le preguntaron al chofer a qué se dedicaba quizás para saber cuál era su capacidad económica.
Como el conductor tenía todo en regla, y conocía bien el reglamento de tránsito y la ley correspondiente se limitó a reconocer su error.
El oficial intentó espantarlo con el “petate del muerto” diciéndole que la multa costaría más de $4,000.00 e insistía en mostrarle un cuadernillo con montos y cifras de cuatro dígitos, no obstante, quien iba al volante pidió que le levantaran la infracción por lo que los agentes no tuvieron más remedio proceder en términos del reglamento. Si se paga la infracción en los primeros cinco días posteriores hay un descuento del ¡75%!
De lo anterior se desprende que se debe tener actualizada la licencia de conducir, conocer la normatividad de tránsito, contar con las verificaciones correspondientes, tener en orden los papeles que amparan la propiedad del vehículo como la factura, impuesto a la tenencia, derechos, tarjeta de circulación y el seguro del vehículo contra daños. San Agustín decía, “cuida el orden que el orden te cuidará a ti”.
También es importante ser muy precavido al conducir, respetar lo más que se puedan las escasísimas señales de tránsito (faltan casi todas las señales horizontales como las líneas peatonales y las verticales en su mayoría están en mal estado como los límites de velocidad) y manejar a la defensiva pensando en los otros conductores de coches y de motocicletas que realmente no saben conducir en muchos casos.
Para combatir la corrupción que tanto ha crecido con los actuales gobiernos, los ciudadanos debemos estar mejor informados y desarrollar mejores hábitos que nos ayuden a tener todo en orden y de esa manera no ser víctimas de la extorsión de malos oficiales, que en lugar de mostrar primero el reglamento, muestran únicamente al conductor el libro con los montos de las infracciones para amedrentarlo y tentarlo a ofrecer un atractivo soborno.
X @basiliodelavega