Lo comenta este día el informado columnista de El Heraldo de México, Darío Celis:
“A unos días de ser nombrado, el flamante titular de la Secretaría de Finanzas de Veracruz, Miguel Reyes Hernández, ya causó estragos a sus compañeros secretarios y secretarias del gobierno de Rocío Nahle. En su afán de meter manos en todo y ejercer su poder, está tratando de colar a su gente a los equipos de sus colegas, provocando fricción y molestias que ya fueron transmitidas a la gobernadora. Los cercanos a Nahle están sorprendidos porque esperaban más camaradería del poblano, que parece poco agradecido de que lo hayan rescatado en el estado de Veracruz después de su pésimo y oscuro desempeño en la CFE”.
Y es que a escasos días de iniciado el gobierno, tal parece que Miguel Reyes pretende emular al impresentable Eleazar Guerrero Pérez, pues pretende imponer jefes administrativos, y funcionarios de segundo y tercer nivel en toda la estructura de gobierno, aunque no se sabe si el ex funcionario de la CFE actúa por su cuenta o recibe línea del más alto nivel para infiltrarse en otras dependencias.
Por lo mientras, Reyes Hernández ya empezó a causarle problemas a la Gobernadora del estado.
A ver si no pasa como en el inicio del gobierno de Cuitláhuac cuando el entonces secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, se quejó de que Eleazar le impusiera al director administrativo, y que como respuesta los entonces malandros del cuitlahuismo filtraron una foto en la que el político sureño aparecía besando a un hombre.
¿Se atreverán los secretarios de despacho a oponerse a las imposiciones del “hombrecito lobo” con todos los riesgos políticos que ello implica? Ya se sabrá.