Más tardaron en darse a conocer los nombres de los primeros candidatos y candidatas de Morena a las alcaldías de Veracruz, que en que salieran a relucir los primeros brotes de inconformidad y enojo, como en Alvarado.
Resulta que a la cúpula del partido se le hizo muy fácil entronizar como candidato a Polo Deschamps, un sujeto que hasta hace escasos meses pertenecía a Movimiento Ciudadano (partido del que fue candidato a la gubernatura), después de haber sido panista por años.
Esto molestó sobremanera a los alvaradeños que manifestaron en las redes su contrariedad por la elección de un sujeto al que consideran un advenedizo.
Un cibernauta escribió un duro reclamo a la dirigencia del partido guinda: “Hoy nos demuestran a Veracruz y a los alvaradeños que (los militantes) somos solo carne de cañón. Hemos sido utilizados para afiliar, para difundir, utilizados para defender el voto o hacer campaña, PERO JAMÁS HEMOS SIDO ESCUCHADOS”.
Y los comentarios se multiplicaron: “¿A poco ningún moreno vale en Alvarado?”, dice uno. “Vil traición a la base morenista, a los que sudaron la camiseta y recorrieron las calles de Alvarado bajo el sol, bajo la lluvia y ahora son relegados”, dice otro.
Desde que se dio a conocer el nombre de Hipólito Deschamps Espino Barros (Polo Deschamps) como el bueno para la alcaldía, Alvarado es un hervidero de enojo, frustración y coraje de las bases morenistas que sin duda se van a desquitar llevándolo al fracaso.
Por lo pronto, Polo estuvo muy descobijado cuando le dieron su constancia. No estuvieron presentes ni para la foto Luisa María Alcalde, la dirigente nacional de Morena, tampoco la dirigencia nacional y estatal del PVEM y menos los aspirantes de ese partido Rosario Vera y Édgar Guzmán. Mal augurio.