En donde hay aguas turbias, casi pestilentes, es en la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV).
Y es que fuentes mega enteradas han descubierto una bien articulada red de presunto robo de plazas en esa dependencia.
Esas fuentes aseguran no sólo con pelos en la mano sino con la burra completa, que en la subdirección administrativa a cargo de Rufino Sánchez y en el área de recursos humanos, controlada por María de los Ángeles Domínguez, los expedientes son aprovechados para obtener jugosos dividendos.
Varias denuncias apuntan a que este par de servidores no públicos sino impúdicos, se estarían dedicado a desviar recursos a través de las plazas vacantes y destinar a discreción los salarios asignados a esa dependencia, al grado de crear “puestos fantasma” para exprimir el presupuesto.
Asimismo, aseguran que ambos funcionarios “venden plazas” para incrustar en la nómina a personas sin perfil técnico ni experiencia, lo cual ya está afectando la operatividad de la dependencia a nivel estatal.
¿Estará enterada la gobernadora de estos enjuagues en la CAEV?
No sería mala idea que la mandataria estatal mande a personal de la Contraloría a investigar y a confirmar lo aquí expuesto. (José Ortiz / EN CORTO).
