Absolutamente gracias

Absolutamente gracias

Por Roberto López Barradas

Hoy quiero compartir con ustedes toda la gratitud que hay en mi corazón, por estos nueve años de  columnista, ya que como lo comenté en la entrega pasada, en este agosto, se cumple un año más de la gran bendición de poder escribir la columna, la cual he denominado “Revalorando la vida”, con la firme intención de promover a través de estas líneas, los valores y la fe.

En primer lugar, le doy dar gracias a Dios por su guía en todos estos años, para dirigir mi mente, mi corazón y mis manos en cada palabra, cada frase, por la revelación de su palabra para mi vida, confirmar sus planes y darme un propósito de vida, como un embajador de su bendita palabra, llevándola a toda la gente que fuera posible por medio de estas publicaciones.

Agradezco el invaluable apoyo de todas las personas que hacen posible la publicación de cada uno de los artículos. Por brindarme su confianza, abriéndome un espacio en sus medios de comunicación, y de esa forma, ser parte primordial en éste gran proyecto, que hoy se ha  consolidado gracias a su ayuda a lo largo del tiempo. Mi más sincero agradecimiento.

De igual manera, mi gratitud a todos aquellos que se han dado el tiempo para leer estas disertaciones; a quienes además, me hacen llegar sus comentarios respecto a la columna y los temas que en ella abordamos, haciendo este ejercicio aún más enriquecedor, siendo yo el más beneficiado con sus palabras, las cuales me alientan a continuar con esta sutil tarea. Y un reconocimiento mayor, para quienes me hacen el enorme favor de replicar la columna, compartiéndola con sus contactos, ya sea a través de un mensaje de WhatsApp o en sus redes sociales, permitiendo que se propaguen a más personas y lugares inimaginables para un servidor.

Por supuesto, una mención especial para mis hijos y mi esposa, que son la fuente de inspiración y el motor de mi vida. Gracias por su amor, por su apoyo y su paciencia, por todos esos momentos que me aparto de ellos para buscar un tiempo a solas, concentrarme y dedicarme a escribir. Los amo con todo el corazón.

También quiero exhortarlos a todos, a que no desistan de sus sueños, anhelos, que no claudiquen, que persistan y no desistan de hacer aquello que les causa gozo, satisfacción y los hace sentirse útiles para el resto de la gente, utilizando sus dones y talentos para servir a los demás, aun cuando no tengan la suficiente motivación para hacerlo, encuentren la manera de seguir adelante, pensando en que la recompensa llegará a su tiempo. Yo soy una prueba fehaciente de que la constancia y perseverancia, tarde o temprano traen sus frutos, y que es nuestra responsabilidad continuar esforzándonos en cumplir con los planes y propósitos que Dios tiene para cada uno.

 

Por último, les recuerdo que no hay mejor ni lugar más alto, que estar a los pies del Señor. Con toda humildad les invito a buscarlo de todo corazón, para vivir bajo su voluntad y encontrar el oportuno socorro para nuestras tribulaciones. Haz una oración para decirle que reconoces tu necesidad de Él, que perdone sus faltas y venga a vivir en su corazón, como el Señor de su vida. Yo reconozco mi dependencia de Él todos los días, espero su favor, su misericordia y me aferró a sus promesas, las cuales me da por el puro afecto de su amor, como lo dice en uno de mis versículos favoritos de la biblia en la segunda carta a los Corintios: 12:9: “Y me ha dicho: Bástate mi gracia”.

¡Dios los bendiga grandemente!