Quien anda ya muy nervioso y desquiciado es Emilio Olvera, fallido ex candidato a la alcaldía de Poza Rica.
Hace poco vimos cómo el emecista en una total falta de respeto, gritaba e increpaba elementos del Ejército mexicano sólo porque los militares no le permitían el acceso a una zona restringida por el grado de peligrosidad y riesgo para personas que no cuentan con el equipo adecuado.
Y en lugar de ayudar, Emilio estaba entorpeciendo las tareas que realiza la SEDENA.
Lo malo es que Olvera fue grosero, altanero y prepotente con los uniformados.
Los víveres están llegando pero debe haber orden también para poder llevar a cabo la limpieza.
Las campañas ya pasaron. Emilio ya debe superar la derrota.
Poza Rica no merece esas actitudes.
No es momento de revanchas políticas.
Es momento de unidad en beneficio del pueblo.
Así de claro.
Así de sencillo.






