“Piensa mal y acertarás”, dice un popular refrán mexicano. Y vaya que da a qué pensar la “protesta” de esta mañana en los bajos de palacio municipal en contra de la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara.
Un grupo de adolescentes se manifestó con pancartas “exigiendo” transparencia en la Universidad y rechazando el Modelo Educativo Integral y Flexible, cuando es más que evidente que ni sabían de lo que hablaban, pues ninguno forma parte de la comunidad universitaria, en principio de cuentas, por su edad.
Al frente de la manifestación se presentó un tal Marco Tulio Colunga, quien se ostentó como presidente de una fantasmagórica agrupación denominada “Frente Estudiantil por la Democracia”, quien justificó el acto farfullando que “todo está mal dentro de la Universidad” y que eso “preocupa” a esos jóvenes porque “el siguiente paso de ellos es la Universidad Veracruzana”.
La estrategia de desacreditación de la UV y su rectora Sara Ladrón, en la víspera de la megamarcha estatal de la comunidad universitaria para exigir al gobierno estatal el pago de sus adeudos con la casa de estudios es, de tan burda, patética. Sólo que ahora se superaron a sí mismos, manipulando menores de edad.
Los porros del mañana.
