Como si le sobrara el dinero al gobierno veracruzano, en las oficinas de Hacienda del Estado el trato que brindan a los contribuyentes es no malo, sino lo que le sigue.
La página Web no ofrece la información necesaria para el pago de las contribuciones como los derechos vehiculares, y el personal adscrito a esas oficinas, ubicadas en Xalapa a un costado del edificio Hakim, se comporta de manera prepotente con los usuarios de los servicios, limitándose a cumplir celosísimamente con sus horarios de trabajo (ni un segundo más allá de la hora), con pausa para torta y tacos a media mañana incluidos.
Y luego se quejan de que la población no quiera pagar sus impuestos.