Vaya balconeada la que le puso El Universal a los diputados federales con su reportaje sobre los objetos que se roban dentro del palacio de San Lázaro.
Según esto, a la semana se reporta un promedio de 20 denuncias por objetos olvidados o hurtados por abuso de confianza, de los cuales, gracias a sus sistemas de seguridad, se recuperan también en promedio unos 18.
Y aunque la idea del reportaje era destacar precisamente la eficiencia de los equipos de seguridad de la Cámara, lo que queda de manifiesto es que el recinto donde se aprueban las leyes que rigen al país es una moderna versión de la “cueva de Alí Babá”. Sólo que aquí en lugar de haber 40 ladrones, son 500.
Lo más inverosímil que revela el reportaje es la clase de objetos que se han recuperado. Desde las recurrentes carteras, bolsas de mano, equipos de cómputo y celulares, hasta una guitarra, un bóxer metálico y…un dildo.
Se tomaron muy en serio eso del exotismo los diputados.
