René Juárez Cisneros, subsecretario de Gobernación, dijo hoy en conferencia de prensa que derivado de saqueos y disturbios van más de mil 500 personas detenidas, “muchas de ellas consignadas”, sin precisar el número.
El funcionario ofreció conferencia de prensa en oficinas de la dependencia con representantes de los gobiernos de la Ciudad de México, Estado de México, Chiapas y Tabasco.
Entre ellos estuvieron José Manzur, secretario de Gobierno del Estado de México e Hiram Almeida, jefe de la policía capitalina.
Juárez Cisneros dijo que en los lugares donde se han registrado actos vandálicos, las autoridades actúan de manera coordinada. Dijo que Policías Federales operan con las policías estatales y municipales.
“Además, la policía cibernética de la Policía Federal, la Procuraduría General de la República, los estados y la Ciudad de México trabajan para detectar las cuentas de redes sociales que están fomentando falsos rumores que lastiman y dañan a la sociedad”, dijo.
Sostiene que ha existido una comunicación permanente con todas y cada una de las 32 entidades del país, “particularmente en esta ocasión, con los gobiernos de la Ciudad de México, el estado de Hidalgo y el Estado de México, así como los gobiernos de Chiapas, Tabasco y Veracruz”.
Este trabajo ha permitido, por ejemplo, que tanto en la Ciudad de México como en el Estado de México se observen avances muy importantes en cuanto a regresar a la normalidad, consideró.
Operan con normalidad 95% de las plantas de abastecimiento de combustible, afirmó.
El Gobierno de la República y los gobiernos de las entidades federativas, dijo, respetan el derecho a la libre manifestación, a la expresión de las ideas y a los derechos humanos. “Pero es obligación de las autoridades de los tres órdenes de gobierno el impedir actos que violenten los derechos de terceros”.
Los saqueos se han originado, en muchos casos a raíz de las protestas por el alza de gasolinas conocida como gasolinazo, sin embargo, se han salido de control y han derivado en actos de rapiña.
Un bloqueo en Ixmiquilpan, Hidalgo, desató una riña que dejó dos muertos. Por la noche, en Nuevo León, una protesta terminó en vandalismo en el Palacio de Gobierno.