Ya te extrañamos, Joaquín

Apasionado de la vida, y de todo lo que hacía y le rodeaba. Intenso. Adicto a la amistad. Defensor de causas sociales. Analista y observador político como pocos. Amante de la naturaleza. Su familia fue su razón de ser. Romántico. Soñador. Filósofo de la vida cotidiana. Hombre de izquierda. Crítico. Polemizar, su deporte favorito. La sonrisa constante. La carcajada espontánea. El apretón de manos. El abrazo fuerte. Hospitalario a más no poder. Franco. Directo. Sin rodeos. Sin poses. Coatepec y Zimpizahua estaba en sus venas. Y él vivió y vivirá en las venas de Coatepec y Zimpizahua. Ya te extrañamos, Joaquín Alcántara Hernández. Ya descansas en paz.