¿Es el espacio la fuente de la eterna juventud?

Scott Kelly ha pasado un año en el espacio. Mientras, su hermano Mark hacía lo propio en la Tierra. La NASA tenía una oportunidad extraordinaria de comprobar en el cuerpo de unos gemelos astronautas cuál es el efecto en el organismo de pasar un año en el espacio, comparándolo con su gemelo en la Tierra.

Los análisis de ADN de los astronautas gemelos han revelado varios datos muy llamativos; entre otras cosas, Scott Kelly midió 5 centímetros más que su hermano gemelo a causa de la falta de gravedad que generó que los discos de la columna vertebral del astronauta se expandieran.

Pero el descubrimiento más sorprendente tiene que ver con la longevidad. Los telómeros -los extremos de los cromosomas cuya longitud se relaciona con la longevidad- de Scott sufrieron variaciones. En concreto, estos tramos de ADN eran más largos que los de su hermano gemelo, evidenciando que los viajes espaciales a largo plazo no afectan negativamente a los telómeros sino todo lo contrario.

“Eso es exactamente lo opuesto a lo que pensábamos”, explicó Susan Bailey, bióloga de radiación de la Universidad Estatal de Colorado que trabaja con la NASA.

Según la NASA, el alargamiento de los telómeros de Scott Kelly podría estar relacionado con el aumento del ejercicio y la dieta a bordo de la Estación Espacial. Sin embargo, al regresar a la Tierra, sus telómeros comenzaron a acortarse de nuevo.

¿Significa esto que vivir en el espacio podría ser la clave para vivir más tiempo? A pesar de que esta idea pueda parecernos estresante y extraña, lo cierto es que las pruebas determinan que el estrés de vivir con la gravedad a nuestras espaldas nos pasa factura.

Las conclusiones del estudio han sido publicadas en la revista Nature.