El líder nacional del Movimiento de Regeneración Nacional, Andrés Manuel López Obrador, se encontró la horma de su zapato durante un encuentro con migrantes en la ciudad de Nueva York.
Mientras hablaba a un grupo concentrado en la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe –para reafirmar su “devoción laica”-, dos manifestantes sacaron pancartas y subieron al estrado lanzando consignas, entre otras, la doble moral de López Obrador por acordarse de los problemas de los migrantes únicamente en época de elecciones.
Aunque el “teatrito” tenía todas las señales de haber sido mandado a hacer, el “Peje” esta vez “aguantó vara” y hasta le dio la razón a los manifestantes, porque estaban defendiendo una “causa justa”. Sin embargo, el evento tuvo que concluir antes de lo planeado.
Más bien como que López Obrador no le quiso medir el agua a los camotes tan lejos de sus dominios. No fuera a ser que en una de ésas, y a como se las están gastando en Estados Unidos, hasta terminara siendo deportado.
Ya ve cómo es esto de la “mafia del poder”. Si no fuera porque los hechos ocurrieron en Nueva York, hasta sospecharíamos de cierto político veracruzano al que le encanta montar este tipo de “shows”.