Más que amigos, Tony Macías y Pedro Joaquín Coldwell son compadres, y socios, y cómplices políticos, ligados por el dinero y los negocios, por las nupcias de Javier Duarte y Karime Macías y por la captura —o entrega— del ex gobernador de Veracruz en Guatemala.
Un día sí y otro también, Tony Macías se llena la boca pregonando que el secretario de Energía de México es su cuate del alma, un referente en la política de altos vuelos y el padrino de boda de su hija predilecta, la impresentable Karime. Pedro Joaquín es su amuleto.
Tony Macías —Jesús Antonio Macías Yazegey— tiene pasiones que lo pierden: las mujeres y la tierra, las mujeres y Miami, las mujeres y el dinero.
Empresario, el suegro incómodo de Javier Duarte surge ahora como un alfil en la aprehensión del ex gobernador, en una trama que alude a una negociación y delación, la entrega del prófugo, el reparto del dinero saqueado a Veracruz y un escenario de impunidad para la familia que de la nada forjó una de las mayores y sucias fortunas que la memoria ha de recordar.
Seguido, cercado, Javier Duarte tuvo encima, siempre, los ojos del gobierno federal, la Interpol, la vigilancia sobre sus parientes y amigos, sobre los cómplices del robo y el desvío de recursos, sobre las empresas de papel con las que lavaron gran parte del botín, sobre los prestanombres que terminaron por confesar cómo fue el saqueo, cómo atestaron las tuberías financieras, cómo se llevaron casi 200 mil millones de pesos del erario de Veracruz. Cayó en Guatemala la noche del sábado 15.
Hoy, la libertad a Karime Macías Tubilla, la no acción penal, ser intocable, suscita el morbo de las masas y la presunción de un plan urdido para evitar la cárcel… y para dispersar los millones robados entre secretarios de gabinete y el retorno de una fracción al gobierno de Veracruz.
De la eventual negociación Karime-gobierno, el periodista Carlos Loret de Mola en su columna Historias de Reportero señaló este martes 18:
“En la urgencia por encontrarlo, la familia de Karime Macías, la controvertida esposa de Duarte, recibió una oferta del gobierno: que no irían contra ella ni su familia si les decían dónde estaba el ex gobernador.
“Por eso sorprendió en muchos sectores de la opinión pública la narrativa del gabinete de Seguridad sobre su captura: sus hijos viajando con la familia de la mamá en vuelo privado desde el aeropuerto de Toluca, oficializando en la documentación sus nombres y destino, hospedándose en un hotel turístico, visible…
“Ello ha despertado la sospecha de que Duarte se entregó y no se sabe a cambio de qué. O bien que ‘lo puso’ su esposa o su familia a cambio de que no fueran perseguidos, dado que la PGR ha aclarado que no tiene nada contra Karime y los de su lado, cuando se había hablado de que estaba metida hasta en lavado de dinero.
“Quizá muchas dudas y sospechas quedarán claras con el tiempo. A ver qué dice Duarte en sus declaraciones. Y qué no dice. Qué pasa con Karime Macías y los suyos. Qué sucede con el primer círculo de colaboradores de Duarte y con el despacho de ricos jóvenes abogados que, según fuentes oficiales, fue contratado por el ex mandatario para organizar su evasión de la justicia”.
Sobre Karime Macías, como INFORME ROJO ha venido acreditando desde hace un año, cuando Miguel Ángel Yunes Linares interpuso la primera denuncia por el desvío de recursos, y luego por el lavado de dinero y evasión fiscal, más tarde la declaración del contador Alfonso Ortega López, hay evidencia contundente de que fue una pieza clave en el atraco a las arcas del gobierno de Veracruz.
Karime y las empresas de papel. Karime y la compra de mansiones. Karime y los ranchos. Karime y los caballos. Karime y Tarek. Karime y los prestanombres. Karime embarrada en el lodo de la corrupción. Y la PGR la deja libre.
Del tema, el periodista Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal, apunta:
“El caso de Duarte está lleno de opacidad y contradicciones. El subprocurador Beltrán aseguró que si descubrieran que algún familiar participó en la red de corrupción de Duarte, se iniciaría una investigación en su contra. Omitió, o quizás olvidó, que esa averiguación sí existe en su contra, sobre sus padres y su hermana. Es la carpeta de investigación FED/SEIDF/UEIDFF/VER/001653/2016.
“Hay información adicional. Alfonso Ortega López, un abogado amigo de la infancia de Mansur Reynoso, a quien conoció Duarte en sus tiempos universitarios, creó en febrero de 2011, dos meses después de asumir la gubernatura, una sociedad para un negocio inmobiliario. Los propietarios eran Duarte y su esposa Karime, pero utilizaron testaferros para constituir la Inmobiliaria Roor, a través de la cual compraron una residencia de 47 millones de pesos en las Lomas de Chapultepec, donde el exgobernador decía que ‘era la residencia para su retiro’. Ortega López también constituyó una sociedad en Estados Unidos, la Siamese Twin, Inc., a través de la cual se adquirieron tres condominios en el elegante hotel St. Regis en Nueva York, por un total de un millón 200 mil dólares, pagados a través del despacho de Juan José Janeiro Rodríguez, a quien Duarte y Mansur Reynoso utilizaron, además, como testaferro. Karime recibió regalos en joyas y propiedades en México y Estados Unidos, que fueron adquiridas presumiblemente con dinero que desvió el exgobernador de los recursos de Veracruz”.
Una fuente inédita, priista y cercana al clan Fidel-Duarte, sostiene que en la negociación para librar a Karime Macías de la cárcel figura el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell. A cambio de la entrega del dinero robado, una parte regresaría a las arcas del gobierno de Veracruz y otra sería dispersada en enclaves del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien todo el tiempo protegió a Javier Duarte, el caso quedaría cerrado.
Hasta ahí puede ser creíble. Pero el tema va más allá. Al presidente Enrique Peña Nieto no lo mueve el dinero hurtado por Javier Duarte. Políticamente, lo útil es el testimonio del ex gobernador —y las pruebas que serían videos y audios— de la forma en que hizo crecer a Morena en Veracruz, si es que lo pueden acreditar, con financiamiento de origen ilegal, con recursos públicos desviados.
Quedarse con parte del botín es irrelevante ante otro tema crucial: el factor Duarte para reventar a Morena, a su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Karime, Tony Macías, Pedro Joaquín Coldwell, Osorio Chong, todos podrían negociar el dinero y la impunidad para la esposa y la familia del ex gobernador, pero sin Javier Duarte el plan de Peña Nieto para pulverizar a Morena no funciona. Y Peña Nieto sabe que ningún dinero sirve si AMLO llega a Los Pinos. Desde ahí lo va a perseguir. Y lo va a encarcelar.
Otra fuente señala que en la negociación participa el mismo Javier Duarte. Le quedaría una parte del dinero robado, pasaría una temporada en prisión y luego, con amparos, quedaría libre. A cambio aportará evidencia del financiamiento a Morena en Veracruz. Una parte se realizó, sostiene la fuente, desde la Oficialía Mayor de la Secretaría de Educación estatal, donde fue impuesta, Carol Jessica Moreno Torres, cuñada del líder morenista, Andrés Manuel López Obrador.
Una parte de los recursos desviados fueron a parar a la campaña de Héctor Yunes Landa, fallido candidato del PRI. Otra, a la campaña de Morena, como se escucha en un audio que registra la conversación entre Javier Duarte y su operador Gabriel Deantes Ramos, quien también fuera oficial mayor de la SEV.
De ahí que el Dios Peje dé por hecho que Duarte será usado para frenar su aspiración presidencial. No lo van a tumbar pero sí lo van a disminuir.
Sigue el circo. Y en él Karime, Tony y su compadre Pedro Joaquín Coldwell. (Mussio Cárdenas)