En el estado, la migración es una realidad permanente; es un lugar de paso y destino: Arquidiócesis de Xalapa

El estado de Veracruz, es un lugar donde el fenómeno migratorio es una realidad permanente, pues es un lugar no sólo de paso, sino incluso de destino, así lo da a conocer la Arquidiócesis de Xalapa en su comunicado de este domingo.

“Los migrantes y refugiados abandonan sus lugares de origen por varias razones: unos huyen de la violencia , otros de las persecuciones, otros de los desastre naturales y la gran mayoría huye de la pobreza para buscar mejores condiciones de vida”.

En su comunicado, la iglesia católica refiere que los migrantes atraviesan el territorio veracruzano, pues ellos van en busca del sueño americano, que por desgracia no siempre lo alcanzan en las condiciones que se debiera y explica que la vida del migrante está marcada por mucho sufrimiento y son objeto de todo tipo de agresiones e injusticias.

Por ello, la iglesia afirma que trata de responder a esta situación a través de la pastoral de la movilidad que promueve corredores humanitarios donde los hermanos migrantes pueden encontrar una casa donde pasar la noche, recibir un plato de comida caliente y un lugar donde descansar para recuperar las fuerzas de su largo peregrinar.

“No olvidemos que todos somos migrantes en diferentes etapas de nuestra vida, de hecho ni siquiera este mundo es nuestra mirada definitiva, uno tiene que dejar su tierra y su patria para estudiar, trabajar o servir a los demás. La experiencia de migración nos hace sensibles con nuestros hermanos que hoy en día están en camino buscando condiciones de mejores vidas”.

Por lo anterior, la Arquidiócesis de Xalapa, refiere que el pasado 15 de agosto, el papa Francisco publicó su mensaje para la jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2018, y propuso cuatro acciones: acoger, proteger, promover e integrar, que puedan ayudar a todos en la atención a los hermanos que tocan a las puertas o extienden la mano para pedir ayuda.

“La responsabilidad de atender a los migrantes, la iglesia católica la comparte con todos los creyentes y personas de buena voluntad. Pues el forastero, dice el Papa Francisco, es una ocasión de encuentro con Jesucristo que se identifica con el extranjero en cualquier época de la historia”.

Sobre las acciones, se explica que acoger significa ampliar las posibilidades para que los emigrantes puedan entrar de modo seguro y legal a los países de destino, mientras que proteger se refiere a que el migrante es una persona donde quiera que se encuentre tiene una dignidad y merece respeto y atención, y promover dice la iglesia que es trabajar con el fin de que todos los refugiados, se les de la posibilidad de realizarse como personas en todas las dimensiones y finalmente integrar, que se refiere a descubrir y valorar las riquezas de los demás, su valores y cultura.