¡Te pareces tanto a mí!
Preocupa que los medios nacionales corran el maquillaje de la grave realidad en Veracruz, la inseguridad.
“Son imparables las desapariciones en Veracruz”, publica el importante diario de circulación nacional “El Universal, quien precisa que de acuerdo con el Registro Nacional de Datos de Personas Desaparecidas, al cierre del anterior diciembre, se registraron 202 casos de desaparecidos.
Ya hay un desmentido de por medio de parte del gobierno, pero este cotidiano que publicó el 8 de enero lo del reloj de seis millones del gobernador Miguel Angel Yunes Linares y que en dos ocasiones ha sido objeto de advertencia de demandas ante un juez, se mantiene en sus revelaciones periodísticas.
Durante un año creció, de acuerdo a cifras oficiales, el número de secuestros, homicidios, extorsiones y violencia política.
Y publica datos duros.
Son los mismos que en el día a día publica la prensa veracruzana vejada y apartada por el minigobierno en turno, al consignar que desde que llegó Yunes Linares a la fecha, se han registrado 20 asesinatos de funcionarios públicos, representantes populares y personal político.
Da cuenta de la balacera de Hidalgotitlán, en la ribera del río Coatzacoalcos donde fue masacrado el alcalde electo Santana Cruz Bahena.
Otros casos trágicos ocupan la relatoría periodística para concluir que del total de homicidios del 2016, mil 562 (69.18%) fueron dolosos, es decir, deliberados, lo cual ubica a Veracruz en el tercer lugar nacional en este tipo de crímenes de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Así, en la primera mitad de la minigubernatura se rompen los records de criminalidad que había logrado en el último ejercicio del gobierno de Duarte especialmente en los tres principales delitos de alto impacto: secuestro, extorsión y homicidio.
Y en cuanto a temas de enriquecimiento ilícito no solo está lo hecho público por ONEA, en cuanto a propiedades de Yunes mismo que fue reciamente desmentido por el gobernador de manera airada, sino que en la página del lector de Proceso se le da respuesta amplia a la información.
Grave además lo de la “Carpeta Azul” que le tiene guardada el Peje y más grave aún el punto de acuerdo del Senado de la República al exhortar a la PGR y a la Secretaría de la Función Pública para que investigue el presunto enriquecimiento ilícito del gobernador de Veracruz, Miguel Angel Yunes Linares.
En el documento publicado en la Gaceta Parlamentaria, la bancada legislativa priista argumenta que se deben investigar “diversas omisiones en la declaración patrimonial de Miguel Ángel Yunes Linares, documentadas por medios de comunicación y que presumiblemente podrían constituir un enriquecimiento oculto por parte del gobernador de Veracruz”.
Actualmente existen tres denuncias interpuestas ante la Procuraduría General de la República, en contra de Miguel Ángel Yunes Linares como son la presentada en el año 2013 y pide investigar un presunto enriquecimiento ilícito, por la adquisición de diversas propiedades entre el año 2003 y 2010 a través de empresas de las que es accionista.
La segunda, corresponde al año 2016 y se refiere a la adquisición de 26 propiedades por un monto de 400 millones de pesos.
La tercera señala una denuncia presentada por Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, por un presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
“Los hechos son contundentes y dan cuenta de la simulación del gobernador de Veracruz, en su supuesta lucha en contra de la corrupción, cuando el mismo se conduce con total opacidad y actos de corrupción”, concluyen los senadores en el punto de acuerdo.
En este circo de tres pistas se mueve pues la figura del señor Yunes Linares, quien no vive sus mejores días y en mucho recuerda las postrimerías del gobierno de Javier Duarte cuando, también desde México, recibe una fuerte embestida.
Tocaría a la Auditoria Superior de la Federación, en voz de su titular Juan Manuel Portal, cuando un 19 de febrero de 2016, a un año de que dejara el cargo el gobernador Duarte, le dijo que “ojalá le tocara la cárcel””.
“(Duarte) No tiene forma de demostrar que no desvió el dinero. (…) Yo lo que quisiera es pedirle, se lo he solicitado en un par de ocasiones, que veamos entonces en qué se gastó todo ese dinero. (35 MMDP) Y no hay respuesta”, dijo el auditor.
Sería el principio del fin.
Las empresa fantasma, la derrota de Héctor Yunes, la advertencia de Yunes Linares de que cimbraría a México y el temor de le federación ante el descrédito nacional del PRI y el gobierno federal.
Ante tal avalancha mediática y de presión federal Duarte se daría a la fuga para terminar en Reno, no Nevada, sino el Reclusorio Norte.
Hoy los tiempos se ven parecidos.
A Miguel Angel Yunes se le juntan los pasivos. No penetra. No convence. Sus dichos se desfondan y no gusta que trabaje con todo, más que en favor de los veracruzanos, en imponer la herencia gubernamental en favor de su hijo.
Y es que si bien es cierto que tiene al aparato en su favor, la plata suficiente para comprar hasta la Torre Eiffel y las alianzas suficientes para atascar las urnas el primero de julio, acaso no cuenta con lo más importante, el respaldo ciudadano.
Es evidente que amplios sectores de la población no están de acuerdo con el tema de la seguridad y que centenares de familias le guardan recelo al quitar el empleo a los partefamilia que por años sirvieron a la institución.
Ya se sospecha de manejos no claros en Sedesol estatal. También de las carreteras malhechas y las despensas con leche dscompuesta. Minucias diría el patrón… pero en la embestida en su contra todo cuenta, hasta las mentiras.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo