Una “jalada chaira”, la “privatización” del agua

Está visto que a los lopezobradoristas y sus fans, la alegría de los demás les causa malestar, les agobia y los pone furiosos. Y por eso son capaces de inventar cualquier cosa para continuar inyectando odio entre los mexicanos.

Desde el pasado domingo, día en que la selección mexicana de futbol venció a su similar de Alemania en su debut en el Mundial de Rusia 2018, comenzó a circular información sobre la supuesta “privatización” del agua de las cuencas del país a partir de decretos expedidos por el presidente Enrique Peña Nieto.

Con toda la mala leche del mundo, medios militantes del “pejismo” presentaron la misma nota con la acotación de que eso sucedió “mientras veías el Mundial”, con la aviesa intención de propagar un sentimiento de culpa entre la población, que entre sus enormes problemas, encontró un motivo para sentirse feliz con la victoria deportiva del seleccionado mexicano.

Pero resulta que todo es falso. Ni se privatizó el agua ni fue “mientras veías el Mundial”. Resulta que el pasado 5 de junio –y no el 17, como se pretendió engañar- el presidente Enrique Peña Nieto firmó diez decretos que establecen reservas de agua que garantizan la disponibilidad de este recurso para la población y la naturaleza durante los próximos 50 años, y protegen de la sobreexplotación a las cuencas de los ríos Grijalva-Usumacinta (Chiapas, Tabasco y Campeche); Papaloapan (Oaxaca, Puebla y Veracruz); Pánuco (Estado de México, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Veracruz, Tamaulipas y Nuevo León); Costa Chica de Guerrero y Costa Grande (Guerrero y Oaxaca); San Fernando Soto la Marina (Tamaulipas y Nuevo León); Santiago (Aguascalientes, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, San Luis Potosí, y Zacatecas); Actopan-Antigua (Veracruz y Puebla); Costa de Jalisco (Colima y Jalisco); y Ameca (Nayarit y Jalisco).

Esta información es avalada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), una de las organizaciones independientes de conservación más grandes y con mayor experiencia en el mundo.

¿Por qué difundir esto y desinformar a la población? Sencillo. Porque la alegría no es la fuente de votos para el “pejismo”, sino el encono, el odio y la polarización. Así que había que echar a perder la fiesta a como diera lugar. No vayan a cambiar las tendencias en las encuestas.