Apenas sale de una y vuelve a meter la pata. Una tras otra. Es una auténtica chiva en cristalería. Al paso que va, seguirá involucrando en más embrollos al Gobernador, quien no tendrá más remedio que quitarla o reubicarla para seguir cumpliendo con los compromisos de campaña. Por supuesto que nos referimos a Verónica Aguilera Tapia, tan inestable como la nitroglicerina.
Recordemos que desde un principio cometió errores de temas tan elementales como exhibir en sus redes sociales las fotos de menores de edad, cuando ello está más que penalizado. Luego arremetió contra los trabajadores del DIF estatal, quienes un día sí y el otro también, se quejan de atropellos, acosos laborales y de una imperdonable falta de respeto a la dignidad humana.
Pero qué podíamos esperar de esta señora que era lo peor del PAN, pero que algunos neo morenistas la quisieron vender como la octava maravilla del mundo. Es a Óscar Lara, amigo de todas sus intimidades, a quien Cuitláhuac debería reclamarle por habérsela recomendado. Con eso de que está de moda exigir disculpas, no está lejos la fecha en que “Cui” tendrá que pedir a los veracruzanos que lo perdonen por haberla incorporado a su gabinete.
La más reciente perla de Verónica, según nos cuentan fuentes megainformadas, es que la funcionaria habría pedido a los diputados locales de todos los colores y sabores que donaran juguetes al DIF para ser repartidos a las niñas y niños el 30 de abril.
Aparentemente todo iba bien, hasta que los avezados legisladores se percataron que la doñita pretende entregar esos obsequios en el Puerto de Veracruz. Pero eso no es todo. Los representantes populares se enteraron de los planes de Verónica de querer ser candidata a presidenta municipal de la ciudad porteña y su entrañable Óscar iría como abanderado a la diputación local por esa misma demarcación. Huelga explicar la rentabilidad política que busca este par al entregar dichos presentes a los infantes.
Pero quienes están más que molestos son los panistas que no tardan en protestar por este presunto uso electorero de los recursos que administra y suministra el DIF.
Bonita forma de respetar la constitución moral que pregonan los de la 4ªT.
