El Oportunista

CONTRACOLUMNA
“¿Qué derecho tiene un señor o señora de creer que por escribir una columna tenemos que creer que es verdad lo que dice?”.
José Saramago
El Oportunista
Atanasio Hernández
Sin que alguien se lo pidiera, la noche de este lunes salió muy machín rin el dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Alberto Velázquez Flores, quien al mejor estilo panista buscó aprovechar la circunstancia y hacerse notar –sin pruebas de sus dichos– al acusar al director de la Policía Municipal de Xalapa, Francisco Villa Campa, de jugar carreritas de cuatrimoto en Los Lagos y haber acabado en el agua.
Sobre esta historia existen varias versiones, encontradas, de si el funcionario realmente conducía ese vehículo, o simplemente llegó tras el accidente de uno de sus elementos y se metió al segundo lago a sacar la moto. Pero esa es otra historia, como diría La Nana Goya, y más allá de la hilaridad y memes producto del incidente, llama la atención la aparición virtual (en redes sociales) del personaje partidista.
Así me parece por el discurso incendiario, que recuerda a los dirigentes panistas: al ex Ricardo Anaya Cortés, de triste memoria para sus militantes, y Marko Cortés Mendoza (Marko con “ka”, hágame el favor), quien de acuerdo con la línea de su antecesor lanza discursos incendiarios a diestra y siniestra en cuanto alguien se lo permite, con el único fin de denostar al y los enemigos: el Presidente, el Gobierno Federal y la 4T, en cualquier orden.
Pues como decía, ni bien se estaban secando las vestiduras de los policías caídos o metidos a los lagos, Jesús Alberto se lanzó al lugar y desde lo oscurito (me refiero a la locación) lo filmaron en una arenga, evidentemente con tono rijoso, en la que lo mínimo que pidió fue la renuncia del Presidente Municipal. El resto de las demandas también mueven a risa, pues se agarró de la pandemia; relató pasajes de las películas Rápido y Furioso; juzgó y sentenció a Francisco Villa, y de su ronco pecho dejó salir otras supuestas verdades, como si hubiera presenciado los hechos.
¿Y a qué viene todo eso? Al inicio –de facto–, del proceso electoral del año entrante, cuando se renovarán las 212 presidencias municipales de la entidad, así como las diputaciones locales y federales. Aunque oficialmente esto comenzará en unos cuantos meses y los jaloneos, golpes bajo la mesa y otras lindezas las veremos con frecuencia, al dirigente se le hizo fácil quitarse el cubreboca y subirse al tren del tema del día, o de la noche.
Entonces cabe especular que Jesús Alberto pensaría en candidatearse para Xalapa, lo cual implica un riesgo alto de perder; ligar nuevamente una Diputación local vía plurinominal, sin necesidad de exponerse a una elección, siempre y cuando el número de votos por su partido o coalición le alcancen, o consideró que ya es tiempo de empezar a calentar el ambiente, a ver si el PRD levanta un poco.
Baste recordar que en la elección pasada fueron en alianza con los partidos Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano, y que el PRD –de acuerdo con las cifras del Organismo Público Local Electoral del Estado de Veracruz (OPLE)– aportó al candidato a la Gubernatura de la Coalición “Por Veracruz al Frente”, Miguel Ángel Yunes Márquez, apenas 138 mil votos.
Si consideramos que con 64.5 por ciento de participación ciudadana se llegó a un total de 3.35 millones de votos en la entidad, el PRD obtuvo 4.1 por ciento del total. Traducción:
El Sol Azteca en Veracruz hiede a muerto y está enterrado.
Claro que esto preocupa al dirigente estatal, que debe soñar con emular las hazañas de su mentor, el profe Arturo Hérviz Reyes, El Charro Amarillo, quien es ahora presidente municipal de Ángel R. Cabada por segunda vez, tras disfrutar de las diputaciones local y federal (ésta última, plurinominal), así como de una Senaduría como segunda fuerza.
Jesús Alberto apenas ocupó una curul en tiempos de Javier Duarte y hasta ahora no pasó de perico-perro a la sombra de Hérviz. Pero tiene autoestima, o un gran ego, a pesar de dirigir la orquesta del Titanic.