Surrealismo puro: “aviadoras” del COBAEV ahora se quejan de “abuso laboral”

Orizaba 53. Grábense ese número. Cuentan que a ese domicilio “migró” toda una flotilla de “aviadores” que cobraban en el COBAEV, con la anuencia del sindicato SUIT-COBAEV que lidera Érika Ayala.

El inmueble fue rentado de manera ex profeso por la organización sindical y de esa manera cobijar a los “comisionados”. Esta especie de casa de seguridad fue habilitada luego de que Morena ganó la gubernatura en 2018. Casi como la película de “La lista de Schindler”, Érika hizo su propia relación de los que deberían ser “salvados” del “holocausto” morenista.

Pero sucedió que la nueva administración del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz se dio a la tarea de revisar con lupa este ominoso episodio, herencia maldita del priismo y panismo.

Todo empezó cuando de repente “alguien” solicitó se dieran de baja a cinco “trabajadores” bajo el esquema de pago de honorarios y al mismo tiempo “dar de alta” a otros cinco con ese mismo régimen fiscal, para supuestamente sustituir esas “vacantes”. Eso prendió los focos rojos, y se realizó una exhaustiva investigación.

Al jalar el hilo de la madeja, se descubrió que bajo ese esquema, de cobro de honorarios, había decenas y decenas de casos similares. El detalle es que al tratar de localizarlos, fue casi imposible. Los tuvieron que dar de baja desde Sefiplan. Tan sólo por este tipo de “trabajadores” que cobraban bajo ese mecanismo fiscal, el gobierno del estado erogaba mensualmente alrededor de 5 millones de pesos. Cada angelito o angelita cobraba en promedio 25 mil pesos mensuales.

Pero eso no fue todo. Se detectaron otros casos de “trabajadores” que tenían base con todas las prestaciones de la ley, pero que no cumplían con el perfil y que además no devengaban su salario. De estos últimos casos, de detectaron alrededor de cien, aunque poco más de 20 ya lograron regularizar su situación. Parte de esto se ventiló en su momento en los medios de comunicación y sigue en proceso la parte legal para deslindar responsabilidades.

Pero lo más ridículo o surrealista, es que algunas de esas personas que el COBAEV detectó en el “búnker” de Orizaba 53, y que se les obligó a devengar su sueldo y a demostrar que cumplen con el perfil, han sorprendido –porque no se le puede llamar de otra forma- la buena voluntad de algunos comunicadores, a quienes les contaron las cosas a su conveniencia: que sufren maltrato laboral, que padecen acoso laboral, que los cambiaron de área de trabajo y que ahora los mandaron a oficinas insalubres y malolientes. Y los colegas se tragaron todo ese cuento, y tal cual lo publicaron. No investigaron, no cotejaron la información con otras fuentes, ni nada. Se fueron con una sola versión, versión manipulada, pues.

Nos comentan que uno de esos tantos casos es el una señora de apellido Fiorenzano y el de las hermanas Camarena. La Fiorenzano apenas tiene terminado el Bachillerato. Una de las Camarena presume una flamante camioneta BMW, y de igual forma, sólo tiene estudios de Preparatoria. Caso aparte es el de la señora Mendoza, quien desde hace rato ya solicitó licencia sin goce de sueldo, pero queda en entredicho su estatus laboral en esa institución.

La lista de aviadoras y aviadores en el COBAEV es muy larga y cada caso entraña una historia de tráfico de influencias, corrupción y abusos. Pero esas corruptelas se las guardan las quejosas, porque han sido beneficiarias de un sistema de corrupción que ahora las alcanza. Esto apenas comienza.