José Ortiz Medina
Hace dos meses a Carlos Loret le sorprendió, en una de sus transmisiones de Latinus, que pese a los puntos que ha ido “perdiendo” Andrés Manuel López Obrador, el partido Morena seguía arriba en la intención del voto.
El periodista no descartó en su análisis que no es que Morena sea muy buen partido, sino que sus adversarios no han podido convencer al electorado.
Y pese a que PRI-PAN-PRD se aliaron, hay distritos o municipios en los que la 4T sigue fuerte. Por citar un ejemplo, ahí está el caso de Coatzacoalcos en donde las cúpulas priistas, panistas y perredistas de plano decidieron no ir en alianza, ante las casi nulas posibilidades de ser medianamente competentes.
Se sabe que ante las presiones de los dirigentes locales de PRI, PAN y PRD en antiguo Puerto México, es probable que se reconsidere incluir esa demarcación en la coalición Va por México.
Pero no sólo es Coatzacoalcos. En Minatitlán, destacados y prominentes priistas han decidido dejar para otros tiempos sus aspiraciones.
Otro caso –por citar otro ejemplo, aunque hay más en esta misma situación- es el distrito de Coatepec, en donde pese a que la alianza Va por México le concedió al PRI decidir la candidatura, el ex senador y ex candidato a la gubernatura José Yunes Zorrilla aún sigue deshojando la margarita y es la fecha en que no decide si irá como candidato a la diputación federal, por la vía uninominal, por supuesto. Porque por el principio de representación proporcional, o plurinominal, se sabe que al peroteño lo van a incluir en los primeros lugares de la lista de la Tercera Circunscripción, a la que pertenece el estado de Veracruz.
O sea, que aunque pierda la elección en Coatepec –en caso de que finalmente decida postularse- de todas formas Pepe Yunes ocupará una curul en San Lázaro.
Si Pepe aún sigue deshojando la margarita es porque la elección en el distrito cafetalero no será miel sobre hojuelas. Los tiempos en los que el PRI arrasaba en esa y otras zonas, casi en carro completo, son historias del pasado.
Los tiempos en que se compraban votos, se alquilaban conciencias, se manipulaban resultados, se controlaba a líderes, son episodios que sólo sirven para los amargos ratos de nostalgia.
Si Pepe Yunes desea ganar la diputación a través del voto directo, tiene que caminar, convencer a los ciudadanos. Pero la cosa no está fácil. Del lado de la 4T ya hay un voto duro, amacizado por la entrega de becas, despensas, apoyos a adultos mayores, sembrando vida, jóvenes construyendo el futuro, etc… etc…
Por eso Pepe aún no se decide. Sigue deshojando la margarita y ya encargó otros racimos para seguir deshojando. Son días, noches, de pensar… y pensar. Noches tal vez de no dormir. Porque Pepito sabe que si pierde la diputación en el voto directo en las urnas, eso sería catastrófico.
Porque perder la gubernatura, pues se puede aducir que fue culpa del “efecto Peje” y otras tantas sandeces que se pueden traer a colación y a justificación. Pero perder Coatepec sería la ruina política. Sería evidenciar que la fuerza de los Yunes de Perote siempre ha sido un mito, un tigre de papel inflado con harta lana para comprar sufragios. Perder Coatepec sería el acabose, el nunca jamás, el fin de todo, y Pepito Yunes ya no tendría futuro, ni dentro de cinco, ni diez años. Tal vez dentro de 15 años, si es que las circunstancias cambian, porque la política así es, pero hoy por hoy, los astros no están alineados a favor del Revolucionario Institucional.
Por eso es que Pepe sigue pensando, le da vueltas a lo que no debe darle vueltas, se come las uñas, no duerme. Sigue pensando… y de tanto pensar se consume su existencia, como pareciera extinguirse su carrera política, al menos en el mediano y largo plazo.
