Señoras y niños, con sonajas, y coloridos disfraces, se detienen por los locales y semáforos de la capital esperando su aguinaldo.
Se pasean en el crucero de Murillo Vidal de Xalapa disfrazados de “viejitos”, cantando y bailando para despedir el año 2020.
El hecho de cantar “el viejo”, hacer una fiesta en torno a este personaje y salir por las calles desfilando y cantando, además de pedir cooperación, es algo que se ha transmitido de generación en generación.
Un par de señoras y sus pequeños hijos, con sus sonajas, con coloridos disfraces haciendo alusión al viejito y a la viejita, se detienen por los locales, cocinas y semáforos de la capital esperando hacer reír a las personas para obtener su aguinaldo.
Víctor Hugo Moreno Hernández