Ignacio Álvarez
El incendio forestal en las faldas del Pico de Orizaba que este lunes cumple siete días sin control a pesar de los esfuerzos de las dependencias de los tres niveles de gobierno y de voluntarios puso al descubierto una vez más, el grave problema de la tala clandestina en la plataforma forestal de la montaña más alta de México, el problema que todos saben que existe pero que nadie se atreve a poner orden, ahora obliga a la autoridad a la aplicación estricta de la ley.
Desde el pasado martes voluntarios, bomberos, brigadas del Parque Nacional, CONAFOR, elementos de Protección Civil y personal del Ejército Mexicano realizan trabajos exhaustivos para tratar de sofocar el incendio sin éxito, se convierte en el más enérgico llamado de la naturaleza para que de una vez por todas, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente le pierdan el miedo a las organizaciones delictivas que durante décadas deforestan la montaña con fines lucrativos al margen de la ley.
Urge una fiscalización a fondo de aserraderos, permisos y denuncias pendientes, operativos de las autoridades federales para detener de una vez por todas la deforestación sin control y que en muchos casos cuenta con la complicidad de los comuneros y de las autoridades por la vía de la corrupción.
Se trata de salvar la fábrica de agua más importante de los estados de Veracruz y Puebla y del hábitat de cientos de especies de flora y fauna que cada vez se colocan en más alto grado de extinción.
Esta ocasión, el origen del siniestro fue en la comunidad de El Jacal del municipio de Calcahualco con un saldo de una persona muerta en las tareas del combate al fuego y más de 200 hectáreas arboladas hechas cenizas y al igual que muchos otros incendios todo apunta a las actividades ilícitas.
El Pico de Orizaba esta bajo la responsabilidad de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas y en las últimas decaí ha sido objeto de una devastación sistemática por parte de los talamontes y de los propios comuneros que de manera deliberada provocan incendios para convertir los bosques en áreas de agricultura y ganadería.
Las vacas de hoy
Durante el bienio de Miguel Angel Yunes Linares se vivió una cacería de brujas virulenta, cayeron a Pacho Viejo varios políticos que no tuvieron ni perdón ni olvido, la ley se aplicó a secas, rápida y expedita. El entonces Secretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán, complaciente celebraba la estricta aplicación de la ley como encargado de la política interna de Veracruz.
Dos años después, el perredista ya sin poder y sin la dirigencia del PRD quedó vulnerable y los nuevos carniceros lo eligieron como la vaca del hoy, el pasado sábado fue detenido por violencia contra su ex esposa Guillermina Alvarado y por ultrajes a la autoridad ya que se puso violento al momento de su detención.
El ex funcionario de primer nivel duerme en Pacho Viejo y al igual que en la administración yunista, se le aplicará la ley a secas.
Aunque presume un amparo y la violación a sus derechos constitucionales, lo cierto es que ya está tras las rejas y no tiene aliados en el gobierno que lo protegen.
EN defensa han salido sus hijas y han circulado audios de las amenazas de su ex esposa para tratar de justificar o argumentar inocencia, lo cierto es que ni su partido, ni su aliado el PAN lo podrán defender.
Es cierto que el proceso judicial se presta a una vendetta política, pero también es cierto que hoy por hoy, las mujeres gozan de privilegio en la aplicación de la ley y prácticamente se han convertido en intocables.