Punto y Coma | ADULTOS MAYORES, PRIORIDAD

Por Yair Ademar Domínguez *

Hace poco más de un mes, El Vaticano denunció una “masacre de ancianos” durante la pandemia del COVID-19. La Pontificia Academia de la Vida subrayó en un documento las situaciones de “soledad y aislamiento” que padecieron los mayores de 60 años, incluso en las residencias donde debían cuidarlos.

El análisis y los datos que ofreció el documento, son estremecedores. La primera oleada de la pandemia puso al descubierto en el mundo que los espacios para proteger a los más frágiles de nuestra sociedad no lo hicieron y muchos de ellos murieron solos y abandonados.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud que presenta el estudio, en 2050 en el mundo habrá dos mil millones de personas mayores de sesenta años, es decir, una de cada cinco será anciana. Por ello “es esencial hacer que nuestras ciudades sean lugares inclusivos y acogedores para la vida de los ancianos y, en general, para la fragilidad en todas sus expresiones”.

Mientras en el mundo se generó esta “masacre de ancianos”, en México, gracias a las políticas implementadas desde el Gobierno de la República que preside Andrés Manuel López Obrador, los adultos mayores se han mantenido como una prioridad, no sólo con el programa inédito de la pensión universal que promovió, también en las acciones preventivas para evitar la enfermedad de la COVID-19 y ahora, como el primer sector de la población a quienes se les aplica la vacuna.

Por cierto, este lunes inició la inmunización de adultos mayores en mi querida tierra de Coatzacoalcos, con módulos que se instalaron en el ITESCO, la Expo Feria, la Unidad Deportiva La Alameda, la Unidad Deportiva Margarita Maza de Juárez, la Secundaria General número 3, el Domo de Villa Allende y el Gimnasio de Mundo Nuevo.

Mi reconocimiento a todo el personal de salud y a todos los organizadores de los tres niveles de gobierno. La atención, la amabilidad y la solidaridad se han manifestado, como nunca.

Pero regresando a nuestros adultos mayores, el pasado 21 de marzo, en Guelatao, Oaxaca, el presidente López Obrador refrendó su convicción por los hombres y mujeres en plenitud, al anunciar la ampliación y aumento a su pensión universal.

Ahí dijo que se entregará a partir de los 65 años y que en julio inicia el incremento hasta duplicarse para enero de 2024, beneficiando a 10.3 millones de mexicanos y mexicanas.

“Que el presupuesto sirva, en primer lugar, a las personas, no a los intereses corporativos o facciosos, y que el ejercicio del poder público se traduzca en acciones concretas a favor de la gente que más necesita ayuda y solidaridad”, comentó el Jefe de las instituciones del país, al recordar que la Cuarta Transformación que realizan millones de mexicanos ocurre en el mismo sentido que plasmó Benito Juárez García como defensor de la legalidad y la soberanía, como servidor público austero, honesto, y como persona que gobernó para el pueblo y no para sí mismo.

Luego de explicar los detalles técnicos del aumento de la pensión a los adultos mayores, reiteró que no habrá aumento de deuda, ni de impuestos ni de gasolinazos, “porque se trata de presupuesto público obtenido con ahorros por la austeridad republicana juarista, y recordó que hoy la pensión es un derecho constitucional cuyos recursos no pueden disminuir, al margen de quienes estén en el gobierno”.

“Por una lucha tenaz del pueblo de México, tras una noche neoliberal de cuatro décadas, nuestro país vive hoy una primavera política y social en la que establecemos libertades, barremos la inmundicia de la corrupción y recuperamos la prioridad del Estado mexicano que nunca debió perderse: la de atender, en primer lugar, a los más desamparados, a los más oprimidos, a los que han sufrido, desde siempre, las mayores injusticias y los peores atropellos”.

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