Víctor Hugo Moreno Hernández
En el año de pandemia la población xalapeña reportó un incremento en el número de casos de tlacuaches que llegaron a casas, patios y otras áreas urbanas colindantes con bosques.
De acuerdo con Rafael Bravo, representante de la asociación “Regalemos un paraizoo”, en un mes se llegaron a reportar 50 casos para rescate de estos animalitos que ingresaron a los domicilios en busca de alimento y refugio.
“Ahorita ha incrementado más porque las personas aún siguen en sus casas; el año pasado se dispararon demasiado los casos: en un solo mes recibimos más de 50 ejemplares; fue un número muy alto”, explicó en entrevista.
Aseguró que esta situación repunto en el año de pandemia porque las personas se encontraban en sus domicilios, a diferencia de años anteriores cuando no lo notaban por encontrarse en sus trabajos.
En este sentido reconoció que la misma población se ha mostrado amigable con estas especies y han solicitado el apoyo de las asociaciones civiles y autoridades para su resguardo incrementando la cultura de la empatía.
“Si es muy común o muy constante en casas que están cerca de áreas verdes o naturales nosotros hacemos el llamado a las personas a que no los vean como estorbo al final humanos y fauna silvestre estamos en un ecosistema coexistiendo y lo que recomendamos es que les permitan el paso que los dejen seguir para que les permitan cumplir su rol biológico en caso de que se encuentra en riesgo nos localizan y nosotros atendemos el reporte”, comentó.
El animalista señaló que cada vez son más los ciudadanos que le pierden el temor a estos animalitos y los ayudan reconociendo su papel en el equilibrio del ecosistema, pues se trata de seres vivos capaces de controlar plagas nocivas.
Regalemos un paraízoo trabaja en coordinación con la Profepa y las unidades municipales de Protección Animal, además de la Sedema para ofrecer atención de primeros respondientes ante casos de animales en situación de vulnerabilidad.