El Venao de Cosautlán

“Ay, mujer, la gente está diciendo por ahí
que yo soy un venao, soy un venao
que estoy amarrao, estoy amarrao,
ay, mujer, dime que eso es un cuento, por favor…

que no soy un venao, no soy un venao
y que sigo pegao, sigo pegao
que cuando fui a Puerto Rico estabas llena de chichones,
no hagas caso, esa jugada, son rumores, son rumores…”

El chismorreo en Cosautlán de Carvajal está que arde… circula de boca en boca, de casa en casa, no hay forma de contenerlo.

Las murmuraciones se iniciaron en redes sociales… hoy nadie para esa avalancha que tiene con la boca abierta a todos los habitantes de Cosautlán y no es para menos… sin el menor recato, la “Tlatoani” Municipal tiene amoríos con su ex chofer, estando ella aún casada con “el charrito”, quien sabe lo que ocurre y calla, consiente los “cuernos” que le pone Licha y que le griten el “Venado” por todo Cosautlán de Carvajal.

El romántico galán y ex chofer de la señora le lleva serenata con sonido para exteriores que inunda al pueblo de sus canciones de amor profundo y valiente… desde luego, tanto cinismo aumenta el enredo y la murmuración.

La pregunta que se hacen los pobladores y que le hacen al “charrito”, candidato del partido azul, por qué ve feo al partido rojo y el partido rojo lo ve feo a él.

¿Cómo pretende el “charrito” controlar a su distrito, si no controla ni a sus “nachas”?

“Y que no me digan en la esquina
el venao,el venao
que eso a mi me mortifica,
el venao, el venao
que no me abucheen en la esquina
el venao, el venao
que eso, mira, a mí me mortifica
el venao, el venao
El venao, el venao
el venao, el venao
el venao, el venao
el venao, el venao…”