En Corto… Sin Cortes | EL DUARTISMO DE GERSON MORALES

José Ortiz Medina

Era la plenitud del pinche poder del duartismo. Cecil Duarte, hermano del entonces Gobernador, se enteró de tremenda fiesta que armó un chavo en un antro.

“A ver, tráiganme a ese cabrón que armó esto…”, habría dicho Cecil.

A los pocos minutos le llevaron a un chamaco esmirriado, pero con ojos vivaces, la mirada quizá de una ambición tempranera por el poder.

“Toma esta tarjeta, vas a ver a mi hermano…. serás uno de nuestros líderes estudiantiles”, habría expresado el consanguíneo de uno de los ex mandatarios más cuestionados de la historia de Veracruz –y acaso del país- por presumibles actos de corrupción.

Luego, dicen que Gerson, a la sazón líder de los estudiantes del Instituto Tecnológico de Orizaba (ITO) le habría ofrecido ayudar a su benefactor para que concluyese la carrera de Ingeniería. Hubo que “tamalear” materias pendientes de acreditar, pero al final se hizo la magia del influyentismo.

Con el paso del tiempo, Cecil hizo compadre a Gerson. “Amor con amor se paga”, solía decir en reiteradas ocasiones ese gran gurú de los priistas (y ahora de los verdeecologistas), llamado Fidel Herrera. Y no tan sólo eso, Gerson llegó a ser candidato a Presidente Municipal, del PRI. Todo, con el respaldo de su “compa”.

Gerson fue noticia en días pasados cuando durante su campaña a la alcaldía de Yanga, avalado ahora por el PAN, recibió una lluvia de balas.

Pero fuentes mega enteradas aseguran que el objetivo del atentado no era él, sino su chofer, quien fue el que recibió el mayor número de proyectiles. Gerson solo sufrió una herida leve en la mano. Sólo fue el susto.

Así las cosas en este Veracruz bronco, en donde pareciera que se están desatando todos los demonios.

Aunado a los recientes hechos de violencia suscitados en días anteriores, en plena Veda Electoral se han registrado sucesos escabrosos.

En la noche del jueves 3 de junio, amagaron con un arma a un Profesor de Movimiento Ciudadano y este viernes 4, intentaron acribillar al candidato de Fuerza por México en Coxquihui, con saldo de dos personas muertas.

¿Qué más sigue?

Ojalá la sangre no se siga derramando en esta truculenta reedición de “morir en el Golfo”.