Un enfrentamiento esta madrugada por el control de la planta cementera de Cruz Azul, en Hidalgo, dejó personas muertas y varios heridos, según reportes.
Los primeros reportes señalan que entre las 4:00 y 4:45 horas un grupo de choque llegó a la puerta 3 de la fábrica ubicada en Ciudad Cooperativa La Cruz Azul, en el Municipio de Tula.
Con disparos de armas de fuego, los sujetos intentaron tomar el control de la planta.
Fuentes de la Procuraduría del Estado confirmaron que hay personas sin vida y varios heridos, pero no dieron cifras porque agentes aún se encuentran procesando el lugar.
Medios locales indican que podría haber hasta 5 muertos por este suceso. Imágenes captadas en el lugar muestran seis personas tiradas en el piso cubiertas con lonas, aunque una de ellas parece moverse.
En el ataque, los agresores incendiaron varios vehículos y cortaron la energía eléctrica en la planta cementera.
Agentes de Seguridad Pública arribaron al lugar, en la carretera que va de Tula hacia Tepeji del Río, y mantiene la zona resguardada.
Después de los hechos, la Cooperativa Cruz Azul, que encabezan José Antonio Marín Gutiérrez y Víctor Manuel Velázquez Rangel, lamentó los hechos y condenó la violencia.
“Nuestras acciones en contra de Federico Sarabia y quienes hasta el día de hoy mantienen retenida ilegalmente la planta se han llevado a cabo por la vía legal, privilegiando los canales institucionales, la certeza jurídica, pero, sobre todo, la integridad física de sus ocupantes”, indicó.
Y acusaron al grupo de Sarabia de ostentarse como presidentes de los Consejos de Administración y de Vigilancia.
“Le han permitido el acceso a grupos de vándalos ajenos a las instalaciones, agrediendo y poniendo en riesgo a la comunidad”, agregaron.
En marzo, la directiva que encabezan Marín Gutiérrez y Velázquez Rangel tomó las oficinas de la cementera en la Colonia del Valle, en la Ciudad de México.
Los disidentes cooperativistas que lideran Federico Sarabia y Alberto López denunciaron que se trató de una toma de instalaciones ilegal, ejecutada por un “grupo de choque” que amenazó a los empleados con armas de fuego y punzocortantes.